Nuevo Mundo

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Después de haber seguido a Thresh, llegamos a un lugar un poco lúgubre, un río apenas iluminado por linternas que guiaban hacia un arco con un estilo bastante japonés, antes de aproximarnos hacia ese portal el demonio se detuvo mientras tomaba aire y suspiraba. 

—Hogar, dulce hogar...Oh, lo lamento este desorden, pero este es mi hogar. Las luces que vez aquí son mis queridos hijos, estás almas son guiadas por mi. 

Mi mirada se enfocó en aquellas pequeñas llamas morados, dando pequeños saltos en un solo lugar que después todas se llegaron apagar tenuamente volviendo mi atención hacia a Thresh esperando que este no me asustará o hiciera algo. Después estás prendieron y él se encontraba de espaldas para girarse y mostrar un rostro morado, con parte de la máscara que lo cubría. 

—Lo siento, quería mostrarte mi verdadero yo o bueno..una forma que tengo que presentarme por culpa de algunos espíritus que se creen mejor que yo.

—¿Espíritus? Creí que eras el único.

—Si...hay otros, ellos siempre tratan de quitarme a mis queridos hijos, en especial una vulpina que era mi amiga pero decía que mejor que las almas se fueran por su cuenta. 

En mi mente vago el recuerdo de haber visto una vulpina al recibirme en este mundo pero la había perdido de vista, no sabía si era la misma pero ahora sabía que pude encontrarme con alguno de esos espíritus aparte de Thresh, por como decía sobre la vulpina creo que mi comentario me lo guardaría para después...no quisiera morir, o desaparecer...lo que sea que pase en este lugar. 

De repente Thresh tuvo una mirada decaída para negar suavemente con su cabeza y soltar un suspiro. 

—¿Qué pasa?

—Es que...para lograr que nuevamente mis hijos vuelvan a mi debo recuperar mi linterna pero no se donde esté y además también no quiero entrar a las tierras de los demás porque se que podría luchar a dientes y uñas contra ellos. 

—Podría ayudarte, si quieres...

—¿En serio harías eso por mi? No sabes como estaría agradecido, pero creo que es mucho para mi.

—Descuida, además no tengo algo más que hacer. 

Posteriormente de haber dicho eso me quise a explorar a las fueras de ese lugar, creo que con encontrar la linterna podría tener la oportunidad de que Thresh me ayudará a regresar a mi casa, sino...creo que tendría que pedir a ayuda a los otros espíritus.

Estuve buscando por un riachuelo, entre los árboles a veces si podía me trepaba en los árboles para buscar algún rasgo, en uno de aquellos había pisado torpemente una rama que se rompió y caí sobre mis posaderas.

—A-auch....duele...creo que fue mala idea subir en este árbol...

—Si, fuiste algo torpe.

En ese momento una voz interrumpió la queja de mi dolor pero llegué a enfocarme en donde provenía, en ese momento detrás de unos arbustos salió un hombre con cabello blanco y recogido en una coleta. Me sobaba con cuidado pero él me ofreció su mano aceptando y levantarme del lugar. 

—Me llamo Yasuo, ¿Quien eres? Y por lo que veo no eres de aquí.

—Gracias...me llamo (T/N), en efecto no soy de aquí así que si me preguntas como llegué, no lo hagas porque no lo se.

—Un gusto, entonces si no sabes como llegaste aquí...¿Que hacías trepada en el árbol? 

—Andaba buscando algo...¡¿Me estabas espiando?!

La vida y la muerte (Thresh x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora