Eres una joven residente de (T/P), te encuentras estudiando la carrera que anhelabas, una familia que te quiere y con muchas metas que llegarás a cumplir, pero un acontecimiento detendrá esa vida y empezarás una "nueva vida".
Había llegado a seguir a Yone a su guarida, esperaba que él no fuera igual como Thresh en la cuestión de que le cumples un favor y creo que no agradece como debería, pero al estar en ese lugar era bastante diferente, se veía unas montañas con una ligera neblina, unos pequeños riachuelos donde una agua crisálida corría, árboles como los que anteriormente he visto pero habitados por pequeñas aves y un templo en el centro de todo este paisaje. (Imagen anexada en el inicio, solo imagen que tiene ese paisaje bonito del evento :c )
Realmente me quedé atónita por la imagen que me daba ese lugar, que no me di cuenta que Yone ya estaba avanzando empezando a seguirle, nos tomó unos 5 minutos llegar al templo y adentrarnos, este lucía impecable, con una armonía en sus colores (casi en su mayoría claros), la decoración, rodeada de muchos plantas, tenía una arquitectura japonesa antigua porque en el centro había un jardín y este tenía un pasillo abierto que y lo lejos se veía una pequeña terraza con vista al pequeño lago que conectaba con el riachuelo.
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Era un lugar bastante hermoso, tranquilo, hasta podría decirse que lo envidiaba, seguí a Yone por un pasillo hasta que este se detuvo y deslizó una puerta deslizadora dejando a mi vista una habitación vacía y este se adentraba.
—Aquí te quedarás, enseguida te daré un tatami (cama japonesa) y unas cobijas, puedes sentirte como en tu casa, no tienes porque temer.
Asentí con la cabeza para adentrarme al cuarto, mientras Yone se iba, era una casa no tan grande pero tampoco pequeña bueno tal vez no he explorado todo, mi mente estaba con la idea de que fuera a conocer, total no estaríamos por mucho tiempo. Por lo que salí de la habitación con silencio para guiarme por el pasillo donde veníamos pero por el sentido contrario, adentrándome en aquel templo, no llevaba minutos para que se pudiera tener un pasillo con vista al lago, parecía que una parte andaba construida arriba del lago y otra en la tierra, me regresé para donde había un pasillo nuevo para explorar, había una habitación abierta donde provenía un aroma fresco de un incienso.
Me dio curiosidad para ver como era incienso, porque el aroma daba una tranquilidad y mi curiosidad me decía si era natural o como los que conocía en mi mundo, al estar adentro empezaba a mirar a mi alrededor, en una pared había unas 3 espadas samurái, abajo de estas había un mueble donde reposaba una foto que me llamó la atención y la tomé entre mis manos. Era algo vieja por el pigmento de la foto, andaba ligeramente fuera de enfoque así que era alguna cámara vieja, la foto tenía a dos jóvenes con cabello negro, se parecían un poco aunque una ligera diferencia de edad, el más joven estaba con una gran sonrisa mientras el otro tenía una de sus manos sobre la cabeza del otro.
—¿Ya terminaste de explorar todo el templo?—. Al escuchar esa voz, me espanté que casi se me caía la fotografía pero la sostuve para dejarla en su lugar.
—Y-yo...lo siento mucho, Yone. Es que...esto es nuevo para mi, donde vivo no hay mucha tranquilidad ni tanta paz—. Mencioné lo primero que se me vino a la mente aunque no era ninguna mentira.
