La vida y la muerte (Thresh x Lectora)

El alma pérdida

Poco después de haber obtenido la linterna me empecé a dirigir hacia la guarida de Thresh, llegué a aproximarme a la figura de él que se encontraba dándome la espalda, al pisar un pequeño charco de agua este provocó que Thresh se girará y con una sonrisa al ver lo que traía en mis manos. 

—No puede ser, realmente conseguiste mi linterna, ¿Te fue difícil? 

Me quedé un minuto pensando en que contestar, no sabía como se iba a tomar al saber que me tope con los demás espíritus y saber que opinaban ellos de él, así que negué suavemente con la cabeza. 

—Realmente lo has logrado, no sabes como aprecio que hayas hecho esto por mi, aunque...¿Sabes que mis hijos significan mucho para mi?

—¿Por qué? ¿Cuál es el fin? No creo que después los ayudes a reencarnar, tener una segunda vida, ¿O si? 

Este se me quedó mirando con una ceja arqueada, no sabía bien a que se vino mi pregunta pero este suspiro tratando de analizarlo porque no parecía que alguien le había hecho eso. 

—Realmente...si, en algún momento los dejo ir porque tienen un tiempo aquí, me entristece hacer eso pero yo solo espero que cuando regresen sean a mi santuario, aunque es complicado porque están los demás en busca de llevarlos. 

Llegué a pensar como podrían hacer los demás en la reencarnación, cada religión lo interpreta a su manera, el demonio morado también tenía sus maneras, pero...¿Los demás? Ignoré un rato ese pensamiento porque invadió los recuerdos de mis hermanos cuando me peleaba con ellos o diferíamos en algo, tal vez pensar así de Thresh me lo recordó así que lo mire de frente con un fruncir en el ceño. 

—¡Quiero volver a mi hogar! Te ayude, así que es justo que hagas volver con mi familia. 

—No tengo idea de como ayudarte a volver a tu hogar, ¿Cuándo prometí a ayudarte? 

Me quedé en seco, mi silencio en mí se creyó largo, apreté mis puños con una molestia claramente mostrada, el hecho de que me usará para conseguir su maldita linterna, aunque...estaba en lo cierto nunca me lo prometió él nada a cambio. Sin más solté un bufido para salirme de ese lugar, era una tonta como habían dicho los demás en ayudarle, tal vez ahora tendría que recurrir hacia alguno de ellos para volver a mi casa. 

————Time skip————

Anduve caminando sin un rumbo al no conocer el lugar, pero me trataba de acordar en el camino que tomé cuando me encontré a los Kindred y Teemo, pero casi todo el paisaje era igual, rocas, árboles, arbustos, ríos, no sabía como se podía diferenciar en un segundo el silencio que se vivía fue interrumpido con el sonido de un cello japonés, era bastante hermosa la melodía que me empecé a guiar. Atravesé unos arbustos donde se veía un sendero que llevaba a lo parecía ser una cascada, me acerqué con precaución hasta que visualice un hombre de espaldas con el cabello blanco y con una espada. 

—¿Y-yasuo?

Cuando dije aquel nombre, el hombre reaccionó como si fuera una alerta que el instrumento que estaba tocando se silenció y tomó rápido su espada poniéndose en ataque observando a detalle su cara, no era Yasuo aunque tenía un cierto parecido con él. El mencionado se quedó un momento de silencio mientras me miraba, suspiró para guardar la espada y dirigirse de nuevo hacia a mi. 

—¿Conoces a Yasuo? Aunque...no pareces de aquí, ¿Eres un humano? 

—Ya me lo han dicho muchas veces...si, lo soy, no soy de aquí y ni tengo la remota idea de como llegué...¿También conoces a Yasuo?

Este se sorprendió unos segundos para suspirar, al parecer mi presencia le hizo tener malos recuerdos...o creo que el hecho de mencionar el nombre. 

—Si, conozco a Yasuo, es mi hermano.

Me tomó por sorpresa aquella respuesta, se parecía no cabía duda aunque...tal vez él se veía bastante guapo para ser honesta, nos quedamos un minuto mirándonos para después reaccionar y acordarme a que estaba buscando. 

—Ah...perdón, andaba buscando a Teemo y a los Kindreds, ¿Sabes donde donde están? 

—...y al parecer también llevas tiempo aquí para conocerlos, será algo largo y complicado de llegar a los dominios de cada uno...¿Por qué quieres buscarlos? 

—Necesito que me ayuden a volver, no pertenezco aquí, mi....mi...¡Alguien me esta esperando!

El albino se sorprendió al ver esa repentina acción mía, pero igual ni yo sabía del todo porque tenía que regresar o si, pero tenía que volver a mi casa. Nos miramos mutuamente para ver como llegaba a oscurecer un poco. 

—Pff...no tengo de otra que llevarte a mi refugio, no es bueno que tú andes vagando sola por estos lugares, los Kindreds nos quedan más cerca, veremos si ellos te pueden ayudar y sino...ver si Teemo, aunque lo dudo de esa rata mala educada.

Llegué a asentir mi cabeza por lo que el mayor hizo un gesto con su cabeza para que lo siguiera, y eso hice, se veía que sostenía su espada en un pre-ataque, no se si era muy miedoso o era muy atento al peligro pero estaba agradecida de que me estuviera ayudando. 

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Hola! Perdón por ausentarme con este fanfic :( anduve con problemas de Internet, como surgió bastante trabajo así que los días que ando desocupada llegó a escribir este fanfic y los otros que tengo guardados, pero agradezco sus estrellitas y sus comentarios, espero el próximo capítulo hacerlo largo, nos leemos a la próxima.