Pensamientos de una persona depresiva

Respirar

Un acto sencillo del cuerpo humano que consiste en inhalar y exhalar. Algo reflejo, fácil de aprender para quien puede y de ponerlo en práctica.
Es un grito natural de nuestro organismo que nos dice "Lo necesitas para vivir".
Cuando tenes problemas para respirar, vas al médico correspondiente y te receta algo para aliviar la molestia.
Pero cuando el alma y la mente son quienes tienen problemas para hacerlo?
Que se hace cuando sentís que te quedas sin aire y no podes pensar con claridad? Ves todo borroso, tu mundo se mueve completamente y sentís que las paredes se te cierran cada vez más estando vos adentro, y no encontras ese alivio que tanto necesitas?
Te dan ganas de arrancarte la ropa y todo aquello que pueda encadenarte a esa molestia. Miedos, angustias, frustraciones, dolores.
Hay personas que intentan inhalar todos los problemas y dolencias ajenas, para que no sientan todo ese caos interno, y sin quererlo, se intoxican con cosas que no le corresponden. A fin de cuentas, es más importante el bienestar del otro antes que el propio, No?
Esa desintoxicación es un proceso arduo y complejo, no cualquiera lo ve tan necesario. Más de una vez escuchamos decir: "Mira, es tan egocéntrica que le resbala lo que le digo", "Parece que no le importa", "No me está prestando la atención que quiero". Es mucho más fácil hablar y criticar desde afuera, antes que empatizar con ese otro y ponerse en su lugar.
Hay personas que actuan como "esponjas", absorben todo lo de los demás, ya sea positivo o negativo.
Cuando esa "esponja" se rellena con cosas negativas, es muy difícil de manejar, hasta imposible, y la explosión es inevitable, hiriendo a más de uno involuntariamente.
Las cargas, tanto de uno mismo como de otro ajeno, necesitan liberarse, soltarse, de una u otra manera.
No se debe intentar solucionar las dolencias externas sin antes hacerlo con las propias. Eso, en realidad, depende integramente de cómo lo afronta cada uno, y de las herramientas que tiene para hacerlo.
A veces, el alma y la mente necesitan respirar un segundo, enfocarse y decir "Basta, ahora voy a tratarme como prioridad".