Tocaba tu cabello con delicadeza, entrelazando mechones de éste y creando así una pequeña trenza.
Anteriormente ya había hecho tu maquillaje, en principio contra tu voluntad pero acabaste cediendo ante la insistencia, en toda tu adolescencia nunca habías sido una chica que se arreglara demasiado, tal vez por vagancia o el temor de hacerlo mal, pero al parecer Vil se notaba muy interesado en eclipsar tu belleza.
Tú eres la pintura, él el artista, eres su obra de arte, aquella que debe apreciar todos los días, que sin importar el paso del tiempo se mantiene etérea, perfecta a sus ojos.
—¿Vamos? —su suave voz se hizo oír en la desolada habitación, despertandote del ensueño en el que te encontrabas.
Le miraste, ¿podría existir en este mundo una criatura más perfecta? Negaste, a tus ojos era imposible porque él es el indicado, es perfecto para tí.
—Sí —sonreiste, levantándote de tu asiento para seguido tomar su mano.
Ambos eran la obra maestra del otro, destinados a estar juntos.
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lamento mucho mi inactividad últimamente, pero mi estado anímico no se encuentra en su mejor momento, así que no he podido escribir nada recientemente, pero estoy seguro de que próximamente volveré a hacerlo, gracias por leer 💕
