Mi estúpido vecino || c.h.

Mi estúpido vecino

Movía mi pierna ágilmente esquivando a las personas que se me aparecían por el camino con sus grandes sillas playeras y toallas a los hombros, me agache en mi skate para pasar por debajo de una tabla de surf y asi llegar a mi destino.

Hacia skate por las calles de Blackwater, viendo como todos los negocios abrían y todos salian de su casa con un ambiente playero.

Este verano salia todas las mañanas temprano a tomar un café y hablar con Rose.

-Buenos dias Kris - me saluda Rose, la dueña de la cafeteria de Blackwater- Has madrugado hoy - Le echa un vistazo a su reloj - Llegas 10 minutos antes- Sonríe- Buenos días Rose- Me siento en el taburete frente la barra, ella saca una taza de café y me sirve un poco- Gracias, siempre sabes que quiero.

Ella me sonríe y se va a atender a otro cliente.

Le doy unos pequeños sorbos a mi café y giro un poco el taburete para poder ver la televisión, puesta en una esquina del café. Es un lugar muy acogedor, es el típico lugar hogareño donde todos vienen por un desayuno rápido, hay mesas con sillones y una barra con taburetes para las personas solitarias, como yo o simplemente para quienes quieren entablar una conversación con un completo extraño, lo que es muy extraño dado que en Blackwater todos se conocen con todos, la última familia en llegar fueron los Thomson, vienen de Waterville una ciudad que queda a unas cuantas horas de aqui, el señor Abraham, cabeza de aquella familia ahora es el alcalde de Blackwater, tiene una familia muy pequeña pero tierna, su esposa La Señora Thomson y sus dos hijas, Lauren y Camila, cual de las dos mas divertida, me han caído de maravilla, ojalás todos aca fueran asi.

Enfoco mi mente en escuchar las noticias de hoy, Rose nunca cambia de canal, siempre el mismo, el canal de Blackwater donde la presentadora es siempre la misma, Lily que pasa por encima de todos para conseguir una noticia, ella y su camarógrafo, Bob.

La imagen de Lily en bikini mientras sostiene el micrófono con su mano derecha mientras que con la izquierda señala la playa, que se encuentra a su espalda, mantiene a todos los hombres del lugar concentrados y por que no, a las mujeres también, su cuerpo lo amerita.

-Buenos días queridos habitantes de Blackwater, que mejor día para ir a la hermosa playa de Forestown a visitar a nuestros queridos vecinos que hoy, las temperaturas lograron alcanzar los 37°C así que saquen sus toallas y ponganse bloqueador solar.- La enfocaron a ella

- En otras noticias ¡Adivinen! tenemos nuevos habitantes en nuestro pueblo, nada más ni nada menos que la familia Hood, si como lo escuchan esta familia viene de Australia y al parecer el señor Hood invertirá en nuestras tierras en busca de minerales preciosos, asi que ya saben, hay que darles la bienvenida.- El noticiero corta con una imagen de Lily sonriendo de oreja a oreja, apuesto que ni siquiera sabe que es un mineral precioso.

El café se lleno de murmuros inmediatamente, claro es obvio que no llegan familias nuevas todo el tiempo, como dije los Thomson fueron los últimos en llegar, y eso fue hace 10 años, la vida de sus hijas prácticamente.

-¿Has escuchado eso Kris?- Preguntó Rose con un codo apoyado en la barra, mirandome fijamente. Rose era joven, todavía con unos 32 años de edad, morena y grandes piernas, vayas raíces Latinas. Siempre me ha apoyado, es como mi segunda madre.

-Si.- Digo sin darle mucha importancia.

-¿Si? ¿Eso es todo lo que dirás?- Dijo mirandome mientras negaba con la cabeza.

Me encogí de hombros.

-¿Sabes? Me empiezo a preocupar por tu falta de interés en lo que pasa a tu alrededor... quien quita que los Hood- Dijo como si fueran dioses.- Tuvieran un hijo y asi el te invita a salir y te quita lo amargada de una vez.- Dijo mientras me retiraba el café y lo dejaba en un lavaplatos.