Porque llegar tarde, es tan común en mi.

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Han pasado alrededor de cinco minutos, cinco malditamente lentos minutos y Henry no me ha aceptado la solicitud.

Mierda.

¿Y si le conteste muy rápido?

Por Dios deja de ser paranoica, ni si quiera estás hablando con él. Me digo a mi misma.

Hola mi misma.

Y como de costumbre nadie me contesto. Que sola estoy.

Es como si estuviera en CIEN  AÑOS DE SOLEDAD.

El titulo de ese libro descibe mi situación.

Entonces mi teléfono suena. Ahora estas siguiendo a Henry Collins. Decido aprovechar y stalkearlo “levemente” y miro sus fotos, la ultima que ha montado es con una joven (si lo sé, soy muy civilizada) aparentemente se llama (según la etiqueta) Monique Walker, que por si me preguntan no tengo ni menor idea de quién es, otra cosa que deben saber de mi: No conozco mucha gente de mi escuela, de hecho no sé quien es quien, a diferencia de mis amigas, que se saben hasta cuantas veces van al baño, pero es que sinceramente se me hizo imposible hacerlo, cuando entre de nueva al instituto, todo el mundo ya tenía sus grupos de amigos formados, y era bastante difícil que confiaran en una persona nueva, cuando podían hacerlo es sus amigos de toda la vida, y cuando finalmente pude hacer mis amigas, realmente no me importaba saber el nombre de todo el mundo.

La gente de mi escuela se toma muy enserio la vida de la secundaria. Viven en un mundo tan superficial, que ni siquiera se dan cuenta que ya viene la universidad, y que esa vida que llevan, no durara para siempre.

 Okay… Creo que me desvié del tema, a medida que iba bajando, Henry tenía unas fotos con varias “amigas”, una con Olivia,  y unas que otras con Christian y sus amigos. “La Hermandad” todos eran hermanos, y se querían, y tenían a las chicas de la escuela locas por ellos, porque eran el sueño hecho realidad y blah, blah, blah.

-Sarah despierta-siento que me dicen-Hija.

-Cinco minutos más- digo revolviéndome en la cama.

-Vas tarde a la escuela-me dice mi madre, y es como si un chip secreto se hubiera activado en mí, y automáticamente mi cuerpo reacciona.

-¿Qué hora es?-pregunto levantándome de la cama y dirigiéndome al baño.

-Son la siente de la mañana hija.

Oh por Dios voy cuarenta y cinco atrasada, no sé si es normal, pero mi escuela la entrada es a la seis y quince de la mañana. Lo sé, es un asco. Me doy una ducha rápidamente, me pongo el uniforme, me hago una cola de caballo y ni siquiera tengo tiempo para desayunar. Odio llegar tarde. Aprovecho a mi madre, para que me dé un aventón hacia la escuela, ya que el bus que pasa por mi me ha dejado.  

-¿Se te olvido poner la alarma?-me pregunta mi mamá.

-No, la alarma es automática ¿recuerdas?-le preguntó moviéndome ansiosamente en mi asiento, ya comienzo a estresarme-Creo que ayer puse el celular en silencio y se me olvido volver a ponerle sonido.

-Bueno espero que tengas un buen día hija- dice aparcando el auto en la escuela-¿Quieres que te acompañe y les diga alguna excusa, para que no te envíen a detención?

¿Ven? Mi maravillosa madre al ataque, cualquier otra mamá me hubiera dejado en la entrada y se hubiese ido, pero no, la mía se baja para que no me envíen a detención, toma eso mundo. JA.

Cuando entramos a las oficinas administrativas, mi mamá me susurra que ponga cara de tragedia, de inmediato la secretaria nos ve y me pregunta que porque no estoy en clase, mi madre le dice que no me encontraba bien y que estaba un cita médica, pero que ya estoy mejor, la secretaria no nos cree mucho, aunque yo hago mi mejor intento de poner cara de enferma, pero es su palabra contra la de un padre de familia, así que hace como si nos creyera, y me dice que ya han comenzado las clases.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2015 ⏰

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