012

75 10 2
                                    

(P/v Han: Antro secreto. Minutos antes de irse)

Su nombre es Han Jisung y lo que menos quiere en este momento es que su impulsividad gane.

Desde luego sabía que Hyunjin no estaba disponible para él en este momento, quién sabe dónde se encuentre pero tenía que arreglarselas él sólo si quería salir de ahí ileso.
Estaba lo suficientemente drogado como para entender que lo que le estaba ocurriendo era una ola de calor por culpa del celo, se encontraba tan malditamente necesitado y para su mala suerte la mayoría aquí eran alfas.

Tenía muchas razones para asustarse, pero su Omega interno se sentía tan exitado de pensar cosas fuera de lugar. Posibilidades de sucesos que podría crear aquí y ahora por su culpa, por ejemplo: Una orgía.
Le maravillaba la idea.

Le llamaba tanto la atención hacerlo sin importar si eso implicaría fallar en el intento. Así que empezó besando a un chico alado de él hasta que su marca comenzara a cosquillear divirtiéndole a mayor escala la situación.

Se sentía tan malditamente bien que no quería que se terminara nunca, que por un momento se olvidó de todo, de Hyunjin, de Minho y de Seungmin...

Ese maldito Seungmin.
Lo odiaba tanto pero ningún beso se comparaba a los que él le daba. Si quiera a los que una vez tuvo con su novio.
Se sintió tan decepcionado cuando el beso que le dió al chico alado suyo no le calentaba cómo quería.
Tan nefasto y aburrido.

—No me llenas. — Su agujero debajo del pantalón había dejado de lubricar. Despegó sus labios del Alfa apartando su cuerpo sin querer sentir más de ese contacto físico. Levantándose del sofá entre la multitud en busca de una nueva presa.

Así que fue por otro.
Y otro y otro.

Hasta que uno se volvió tres y de tres se volvió a uno.
¿Uno?
¿Cómo llego hasta ese punto?
Había sucedido de manera oportuna y descuidada.
Ese último era el que menos quería ver en este momento.

—Tú, idiota. — Todo era muy confuso para él. Pero no le importaba. No supo qué era lo que estaba haciendo hasta darse cuenta que Seungmin lo tenía cargado entre sus brazos. Inconscientemente le proporcionaba besos por su cuello con sus manos sujetas entre los mechones de su pelo carbón.
Esa era su parte favorita del efecto. Cuando de repente ocurrían cosas que no te esperabas hacer.

Evidentemente no tenía noción del tiempo y muy probablemente había llevadose unas buenas horas besandose a más de cinco en un solo rato.

Estaba actuando de forma impulsiva sin importarle nada en lo absoluto.
Quizá hizo un desastre para que Seungmin supiera dónde se encontraba y llegar hasta él para sacarlo de aquí. De este lugar lleno de alfas y Omegas drogados a morir.

No vió a su alrededor, sólo quería besar al alfa que sí lograba llenarlo de forma carnal y pasional aunque este no moviera ni un solo dedo para seguir el ritmo. Se sentía salvado a la vez, lo nombraba su héroe aunque no se lo dijera porque él realmente era un villano, el maldito hombre que tenía el poder de arruinar su vida cuando quisiera.
Pero Seungmin se encargó de sacarlo de ahí en el momento menos esperado y bueno, la explicación mas lógica de cómo supo que algo andaba mal fue gracias al sentido desarollado por la marca; pero para dar con el lugar también fue otro caso, el pobre de Han no sabía que estaba rastreado desde el primer día que hicieron un trato, no tenía ni idea.

Tan pronto salieron del antro fue llevando a la camioneta. Subieron las ventanas poralizadas de las puertas y el cristal que separaba los asientos delanteros de los traseros.

El chófer y su acompañante no escucharían nada mientras los llevaban a su destino.

Han no dejaba de besarlo desesperadamente. En busca de su lengua ansiaba sentir como el alfa llevaba el control de los besos. Parecía desesperado para que Seungmin se la materia lo antes posible. Realmente quería sentirlo, era su única meta del día.

El Juego Prohibido •OMEGAVERSE•   Lixhyun L2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora