Prólogo

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Jimin

Sun Hae se subió en la rama y se sentó.
Tiempo atrás, hubiese reclamado mi ayuda. Ahora ya no me necesita para nada. Le había fallado en tanto sentidos...
Había oído la expresión del "corazón roto", pero no había comprendido su significado hasta ahora. Ahí sentado mirándola el corazón me dolió hasta no poder más.
Desde el día que salí de la iglesia y lo vi con Chanyeol, me costaba respirar. En ese momento fue cuando lo supe. Hubiese querido que me dijese cualquier cosa para demostrarme que estaba equivocado. Pero en el fondo lo sabía Sun Hae ya no era mía.
-Impresionate. Haces que parezca más facil- dije en voz alta para que oyera. Me había enviado un mensaje diciéndome que estaba en el lago. Pero resulta que yo llevaba horas en nuestro lugar. Había ido a reflexionar. Aquí  era donde todo había comenzado, resultaba apropiado que todo terminé aquí.
La expresión de Sun Hae delataba confusión. Me encantaba esa mirada. Era adorable.
-Ya había venido, cuando me mandaste el mensaje- explique y sus labios dibujaron una sonrisa.
-Ah- respondió.
-¿A que se debe la visita?-  pregunté, aunque ya sabia la razón, solo quería que lo dijese en voz alta. Ya era hora que aclaremos las cosas. Me puse de pie y caminé hasta donde estaba sentada, después de darme cuenta de una presencia oculta entre las sombras. Era de esperar que Chanyeol hubiese venido a verme o quizas la siguió a ella.
-Quería saber como estabas. Chanyeol dijo que tenías una contusión- .
No pude evitar que se me saliera una risa.
Tenía una buen moretón. Lancé una piedra al agua.
-¿Te ha explicado cómo me lo hice?
-Si- los remordimientos  que sentía era evidente en su tono de voz. Chanyeol debió confesarlo que me había reventado la cabeza. Aunque no era culpa suya.
-Lo merecía. Esta semana me he comportado contigo como un cretino.
El dolor que sentía en el pecho empeoró.
Recordar como todos la habían tratado  mientras que yo me quedaba en brazos cruzados era algo que me perseguiría por mucho tiempo.
-Mmm- no parecía muy segura de que más decir. Le había fallado. Me había fallado a mi mismo. Esa reacción no era propia de mi.
-No debí dejar que te trataran así. La verdad que la paliza de Chanyeol fue un alivio. Me sentía culpable, así que recibir una buena resultó liberador.
-¿Qué?
Me sorprendía que sorprendíera que me sintiese culpable por permitir que la trataran mal.
M

aldita sea, eso lo hacía más difícil.
Cada vez  me costaba más respirar.
-Sunnie, fuiste mi chica durante años, pero antes de eso fuimos amigos, los mejores amigos. No debí dejar que un bache en el camino me pusieran en tu contra. Estuvo mal. Cargarte con todo la culpa algo que no solo era responsabilidad tuya. Era responsabilidad de Chanyeol  y también mía.
-¿Tuya? ¿por qué?
-Sabía que el te quería. Había visto como te miraba. También sabía que lo quería más a él que a mí. Los dos compartían un vínculo secreto que yo no formaba parte. Estaba celoso. Chanyeol era mi primo y tu eras la chica más linda que había visto en mi vida. Te quería para mí. Asique te invite a salir. No le conté primero a Chanyeol. No le pregunté como se sentía al respecto. Aceptaste y como por arte de me magia, rompí su vínculo. Se dejaron de hablar. Se acabó las charlas nocturnas en el tejado y ya no tuve que sacarte de ningún lío. Chanyeol era mi amigo y tu mi novia, era como si su amistad  nunca hubiera existido. Fui egoísta y ignore el sentimiento de culpa hasta que desapareció. Solo cuando lo veía observándote con esa expresión de anhelo y sufrimiento volvio la sensación de culpabilidad. Mezclada con miedo. Miedo a que descubriese lo que había hecho y volvieras junto a él. Miedo a perderte-. Era la primera vez decía abiertamente la verdad. Lo había escondido en mi interior durante muchos años, le había dado la espalda cuando me carcomida la consciencia. Ver como Sun Hae cambiaba de personalidad y no decir una sola palabra al respecto.
Todo aquello era culpa mía.
La mano de Sun Hae jugeteaba con mi pelo, y quise cerrar los ojos y suspirar bajo esa caricia inocente. ¿La amaría siempre de esa forma? ¿Tendría que pagar por mi falta durante  el resto de mi vida con este dolor contaste en el pecho?
-Yo te quería. Quería ser digna de ti. Quería ser la chica buena que merecías.
Oír que quería der digna de mi me recordó una vez más porque nuestra relación no funcionaba. Sun Hae era perfecta desde el día que la conocí , pero dejé que creyera que esperaba más de ella.
-Sunnie, eres perfecta tal como eras. Fui yo que te dejó que cambiaras. Me gustaba el cambió. Era mucha de las razones que temía perderte. En el fondo sabía el espíritu libre que habías sofocando lucharía por librarse. Al final, ocurrió. Y el hecho que fuese con Chanyeol no me sorprende en lo más mínimo.
-Lo siento, Jimin. No quise hacerte daño. Lo eché todo a perder. No tendrás que vernos a Chanyeol y a mi juntos. Voy a salir de sus vidas. Podrás recuperar lo que perdiste.
Cuando vi que Chanyeol no salía del bosque maldiciendo como marinero, comprendí que estaba lejos para oirnos. Alargue el brazo y le tome la mano. Yo era el único capaz de convencerla de que no debía hacerlo.
-No lo hagas,Sunnie, te necesita.
Negó con la cabeza y me ofreció  una sonrisa triste.
-No, el también está de acuerdo. Hoy casi ni me ha mirado. Solo me dirigió la palabra para dejar en claro a todo el mundo que  tenían que dejarme en paz.
No tenía ni idea.
-No aguantará demasiado. Nunca ha sido capaz de ignorarte. Ni siquiera cuando sabía que lo estaba observando. Ahora mismo está lidiando con muchas cosas. Y lo está haciendo solo. No lo apartes de tu lado.
Sun Hae bajo de la rama de un salto, se puso de puntilla y me paso los dos brazos por detrás de mi cuello. Su último abrazo.
-Gracias. Tu aprobación lo es todo para mi, pero ahora mismo te necesita. Eres su hermano. Yo sería un obstáculo.
El dolor era insoportable. Alargue mi mano y jugué con un mechón de su pelo.
Ese rubio perfecto me fascinaba desde lo cinco años. Siempre me había recordado a una de las princesa, incluso cuando preparaba cebos de pesca con hígados de pollo. Había perdido mi princesa, pero su recuerdo valía hasta la última punzada que sentía en el corazón.
-Apesar que estuvo mal quedarme contigo sin tener en cuenta los sentimientos de Chanyeol, no soy capaz de sentirme arrepentido. He pasado tres años maravilloso a tu lado, Sunnie.
Este era mi adiós. Chanyeol estaba ahí afuera, esperando que me aléjese. Había llegado su momento. Yo había echo perder mi oportunidad a lo grande. Le solté el pelo, di un paso atras, me di vuelta y me adentre en el bosque en busca de mi hermano.

Si Fueras Mio~ JiminWhere stories live. Discover now