- ¡Estás loca! ¡Cómo se te ocurre entrar ahí de esa manera!
- Solo quería...
- ¡No entiendes que te has puesto en peligro!
- No es para tanto. Está en una jaula, ¿qué me puede hacer?
- Por la Virgen Escriba, como vuelvas a hacer algo tan estúpido...
- V, sé que estas cabreado, pero como no dejes de hablarle así a mi Shellan, vamos a tener un problema.
John Matthews abrazó a su chica por detrás, protegiéndola como siempre.
- Se ha puesto en peligro, deliberadamente.
- Lo sé.
- ¿Y tú vas y la dejas?
- Fue su elección. No puedo negarle nada.
- Pero John...
- Pero nada, V. Ella quería hacerlo y lo ha hecho. Lo que tú pienses al respecto me importa una mierda.
- Chico, más vale que cambies ese tono ahora mismo.
Butch había salido de la habitación sin que nadie se diera cuenta.
- Cuando V deje de hablarle así a ella.
- V le hablara a su hija como coño le dé la puta gana. Acabas de entrar en la Hermandad. No hagas que tengamos que echarte.
*-*-*-*-*-*-*-*
Vishous miraba a Butch sorprendido. ¿Realmente lo estaba defendiendo?
- Nadie le habla así a mi Shellan.
- Y nadie le habla así a mi Vishous, ¿entendido?
Whoa. Uhm... Whoa.
Eso mismo debió pensar John porque se quedó callado y miraba de uno a otro seguramente preguntándose si Butch se refería a su amistad o a mucho más. John asintió.
- Lo siento V.
Chocaron puños en el gesto universal ente tíos de eres-mi-hermano-y-todo-esta-bien. Butch carraspeó.
- Lohrena está dispuesta a hablar.
- ¿Qué?
- Sí. A cambio solo quiere saber quién es ella.
Apuntó a Kihara.
- Y dónde está su hijo.