Capítulo 1

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Cada noche espero que sean las 9 de la noche para poder encerrarme en mi cuarto y ver las transmisiones en vivo de mi cam boy gay favorito. Su username es JohnnyBoy9 y es él mejor.

¿Cómo es que puede ser tan perfecto? Su hermoso cabello castaño arreglado como libro abierto, sus gafas circulares que le daban estilo, sus pequeños ojos marrones, su nariz un poco curvada, sus lunares, su cuerpo bien tonificado y ni hablar de la anaconda que se carga... Ojalá eso estuviera dentro de mí.

La primera vez que ví a Johnny fue en un anuncio en una red social para adultos. Fue un gran shock para mí, porque crecí en una familia donde el porno estaba completamente prohibido. Así que solamente no tenía nada de conocimiento acerca del sexo, era algo inalcanzable, obviamente tampoco he tenido ninguna experiencia.
A diferencia de mí, Johnny tenía mucha más experiencia y no temía que todos conocieran lo que había hecho.

—¿Quieren que les cuente acerca de una de las mejores cogidas de mi vida? Una vez conocí a un tipo en un bar y como yo estaba tan caliente, lo lleve a un baño donde me la empezó a mamar y no dude ni un minuto para meterle mi verga. Joder, ojalá lo volviera a ver para cogermelo como esa vez—lo dijo mientras hacía una gran sonrisa

No pude evitar enamorarme de él.

Decidí destacarme entre los demás seguidores que habían caído en su encanto.
Me cree una cuenta donde mi username era Macca_123, comentaba cada vez que podía, también empecé a trabajar en una cafetería para poder ganar dinero y depositárselo.

—Oh bebé Macca, estás aquí de nuevo, gracias por darme 50 dólares. Sabes que te adoro mucho, ¿verdad?

Quería que él me reconociera y me felicitara entre toda la multitud, me hacía tan feliz, nada en el mundo puede superar ese sentimiento.

....

Me encontraba en la cafetería de mi universidad, estaba con mis amigos, Pete, Jane, Richard. Los conozco desde que éramos niños.

—¿Paul irás a la fiesta de los de tercer año?—dijo Richard mientras daba un sorbo a su bebida

—Ehm, no lo sé, ya sabes, nosotros somos de primero, no conocemos a nadie. Tal vez estemos sobrando

—¿Qué dices Paul? ¿Desde cuándo te volviste tan aguafiestas? ¡Tienes que socializar más!—mientras Jane lo decía, hizo una cara de enojo

—Bueno, solo espero que no sea una fiesta enorme

—Tranquilo Paulie, como están en exámenes no hacen las fiestas tan grandes—dijo Pete para poder tranquilizarme.

Con eso dicho, nos dirigimos a la casa de un chico que creo que se llamaba...¿Stuart?
Yo traía una sudadera negra, una camisa blanca con un estampado de Pink Floyd, con unos jeans azules y tenis blancos.

Una chica rubia con vestido rojo y un vaso de alcohol en su mano, nos abrió la puerta.

—Bienvenidos, si vienen a la fiesta pueden pasar y si son testigos de Jehová se fue pueden ir de aquí—dijo aquella chica

—Jaja, gracias por invitarnos Cyn, eres fantástica—dijo Jane, dándole un beso en el cachete

Me adentré y note que la casa era rústica, hecha de madera. La sala tenía una chimenea, un lindo sillón café y al frente una tv. Por lo que ví, todos estaban ahí, mientras tomaban, fumaban y escuchaban Queen.

Por lo menos ponen buena música, pensé.

—¡Hola! No pensé que llegarían tan temprano, que bueno que hayan llegado—dijo un chico con una enormes cejas y con unos colmillos.—Les presentaré a mis amigos, él es Klaus, Eric, Olivia y de este lado tenemos a Winston—señaló a cada uno

No se por qué, el último me parecía tan familiar, sus pequeños ojos marrones, su nariz un poco curvada, su cabello castaño, aunque con un fleco y parecía acomodarlo para dar forma a un corte de hongo,  Tenía una camisa azul claro con unas rayas, un pantalón gris y tenis negros. Se notaba que tenía buena forma, porque todo le quedaba bien.
Me pareció muy atractivo.

Recording «McLennon» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora