Capitulo 1 (editado)

240 25 2
                                    


La primera vez que conocí a mi alma gemela fue en su casa, pero por casualidades de la vida él no me pudo sentir, y es algo que pasa comúnmente en esta sociedad, alguien más lo había marcado.

Y es que en esta vida así es, encuentras un omega y si lo deseas, lo marcas y por derecho es tuyo, es algo pintado románticamente para todos, la marca que te une a la persona que amas para toda la vida, pero también es la marca que puede hacerte sufrir el resto de la vida, si no es con la persona correcta.

Era algo que rondaba mi cabeza una y otra vez, alguien había reclamado a mi omega siquiera antes de conocerlo, algo que era mío, porque la madre luna me lo había obsequiado.

Había llegado a esa casa por cuestiones de trabajo, iba acompañado de un supervisor del área de educación del gobierno, la situación era la siguiente:

La escuela secundaria donde trabajo se esta volviendo una desgracia, los fondos desaparecen y las instalaciones son una mierda total, el director llega oliendo a alcohol y es poco amable.

Era nuevo maestro, recién egresado y listo para dar clases, cuando me movieron a esta escuela estaba emocionado por proporcionar un cambio, pero no sabía con qué estaba topando.

Investigue cuanto llevaba la escuela en ese estado y esta situación llevaba años, incluso si lo llegaba a decir o platicar todos ignoraban el tema, siendo un profesor, del cual la imagen es contable, no me quedaría sentado sin hacer nada.

En pocos días empecé a moverme y a enviar pruebas de lo que estaba sucediendo, y era una red, todos adentro estaban podridos, el director sobornaba a todos, e incluso si sus sobornos no servían, se movía con amenazas.

Lo mas preocupante eran los alumnos, esa escuela secundaría estaba dividida por las tres castas, por muy obvias razones yo solo trabajo con betas y alfas, de vez en cuando me topaba con las instalaciones donde estaban los omegas, se podía notar la diferencia en cuanto los observabas, la mayoría de ellos eran tímidos y temerosos, a simple vista se podía observar que algo no iba bien, lo mismo con varios betas, en especial las mujeres, su timidez rayaba con el temor, en cambio los alfas se movían por su instalación como si fuera su propia casa, con comodidad y seguros, juraba que se trataba de discriminación e incluso violencia escolar, nunca me imaginé lo que estaba por venir.

Era martes cuando la prueba mayor llegó, era final de clases, estaba terminando de revisar los trabajos que había encargado, cuando la puerta se abrió, era la niña beta que había dejado sus cosas porque el director había llamado por ella, si mas no recuerdo su nombre es Jane, pero no se le veía bien, estaba pálida, asustada, y con la ropa mal acomodada.

Me acerqué a ella, pero dio dos pasos para atrás, traté de calmarla de lejos, para no incomodarla o asustarla mas de lo que estaba, le pregunté por lo sucedido, pero ella seguía sin responder, era obvio que me temía.

- Jane, no tengas miedo, no te haré daño, dime que es lo que pasa... juro que te ayudaré. – Para que entrara en confianza retrocedí los pasos que había dado hacía ella y alcé las manos en forma de rendición.

La duda sigue en su rostro, pero aun así responde en un susurro.

- El director... es... proxeneta. –

Al principio las palabras no entraron en mi cabeza, dudé, pero todas las coincidencias estaban ahí, no podía ser casualidad, la forma en que los omegas y betas eran tratados no solo era violencia escolar.

Jane me contó todo.

- Cuando el director tomo el mando de la escuela, las cosas empezaron a cambiar, los alfas obtenían todo tipo de buenos tratos, mientras que los omegas y betas éramos tratados como sirvientes de estos mismos, las cosas estaban en lo que cabe de la palabra "normal", hasta que el director empezó a obtener todo tipo de deudas para pagar el silencio de la gente que intentaba demandar a la escuela por discriminación y violencia escolar, entonces ideo la forma más fácil de sacar dinero, vendernos. – Jane bajo la mirada y tragó saliva, luego prosiguió. - Él encuentra tu debilidad y se aprovecha de ella, por lo que no es posible escapar, mi familia es de bajos recursos, mi padre nos dejó y solo quedamos mi hermano, mi mamá y yo, mi mamá se gana la vida en un trabajo de medio tiempo y por las noches... se vende a sí mismo, él piensa que no nos damos cuenta, bueno, al menos mi hermano no lo hace, pero yo sí. -

Soulmate | OFFGUN | [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora