Capítulo 6: Accounting of Debts.

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Durante las siguientes dos semanas, los residentes de arriba se convierten en visitantes frecuentes de Hope Studios. Jungkook se encuentra en todas partes, escuchando la música de Hoseok, jugando videojuegos con Taehyung o sentado en el piso de la sala de baile, paralizado, viendo a Jimin ejecutar su rutina de MAMA. A Jungkook también le gusta el estudio de Seokjin, le gusta escucharlo tocar la guitarra, le gusta tener discusiones escandalosas con él que nunca parecen llegar a un límite. Seokjin cree que puede entender por qué Namjoon y Yoongi le tienen tanto cariño a Jungkook.

Namjoon también aparece con más frecuencia, pero casi siempre se le puede encontrar en el estudio de Hoseok, el trabajo olvidado a favor de largas conversaciones entre ellos. Parece que han retomado exactamente donde se detuvieron hace tantos años, una continuación fácil sin saltos. Ese tipo de amistad, ese tipo de conexión, es rara y preciosa. Seokjin está feliz por Hoseok y trata de no comparar sus circunstancias.

Seokjin siente que siempre está viendo a Yoongi por el rabillo del ojo, un satélite orbitando en la fuerza de su gravedad. No sabe si Yoongi siempre está cerca o si Seokjin es quizás tan consciente de él que puede sentir al otro incluso antes de que entre en la habitación. Sea cual sea la verdad, Seokjin nunca pensó que volvería a tener esto, nunca pensó que sería capaz de voltear la cabeza y encontrar a Yoongi, aquí, respirando el mismo aire. Tan difícil como ha sido enfrentar las expresiones impasible de Yoongi, hay algo de emoción, algo de agitación en tenerlo cerca de nuevo. Todavía queda esa parte de Seokjin que anhela desmantelar la distancia.

La extraña reunión, el repentino regreso de Namjoon y Yoongi a su mundo, haría que Seokjin se sintiera como si hubiera regresado a su pasado si no fuera por la presencia constante de Taehyung, Jimin y ahora Jungkook. En cambio, cuando Seokjin permite que su mente deambule y sus pensamientos son libres para vagar, piensa que esto es un vistazo a un futuro al que renunció. Una vida con Yoongi, con nuevos amigos y viejos conocidos. Una quimera, seductora y tentadora y en todos los sentidos insustancial, bocanadas de humo que no se pueden contener.

Seokjin regresa a la realidad rápidamente. Este no es el futuro con el que solía soñar despierto. Cuando mira, cuando se obliga a afrontarlo, puede ver que los ojos de Yoongi no están puestos en él, sino en otra persona.

El cariño de Yoongi por Jimin es obvio. Sonrisas suaves, palabras de aliento, una cálida respuesta a las burlas de Jimin.

Más a menudo de lo que le gustaría, Seokjin se sorprende a sí mismo preguntándose qué tan serios son los sentimientos entre Yoongi y Jimin, y si son recíprocos. No, este no es el futuro en el que solía creer. Seokjin niega con la cabeza para aclarar sus pensamientos.

Hoy en día está sorprendentemente tranquilo en el estudio. Taehyung ha estado filmando todo el día y Hoseok se atrincheró en su habitación para terminar de armar el álbum para el mini final de E.L. La grabación terminó y Hoseok incluso encontró el tiempo y la energía para armar la coreografía de la canción principal. Hoseok le envió a Seokjin un video de instrucciones anoche que tiene la intención de ensayar todo el día. A pesar de lo espacioso que es su apartamento, no es ideal para practicar coreografías. Se encerrará en la sala de baile hasta que pueda clavar cada paso medio dormido y con los ojos cerrados.

Jimin ya está en la sala de baile, la música de su actuación en los MAMA suena a todo volumen en los altavoces, el sudor moja su cabello. Jimin nota a Seokjin en el espejo pero no detiene sus movimientos. "Estaré como cinco minutos más", jadea cuando hace una breve pausa, pasando su mano por su cabello para empujar su flequillo hacia atrás.

Seokjin hace un ruido en reconocimiento. Tira su bolso junto al de Jimin y se sienta en el suelo, preparándose para estirarse. Observa a Jimin durante un rato, los elegantes movimientos de sus extremidades, la casi incomprensible facilidad con la que mueve los pies, los brazos, las piernas. Bailar siempre ha sido una lucha para Seokjin, sudor y pasos perdidos y horas con muy poco progreso. Le gusta ver a Jimin, le gusta ver su dedicación. Le recuerda a Seokjin que no importa qué talento natural posea alguien, la excelencia sólo se puede alcanzar mediante el esfuerzo. Le recuerda que él también puede seguir adelante, no a pesar de las luchas, sino gracias a ellas.

Echo Chorus | ksj + mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora