Pide tres deseos, si los dos primeros no se te conceden, quizás el tercero si,....
Aviso. Esta historia es G!P....
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La respiración de la rubia era como la de un ángel, así de esa forma la observaba Alex que no durmió ni un minuto después de haber hecho el amor por repetidas ocasiones, aún resonaba en su mente la confesión de la rubia, la amaba, si, lo hacía de la misma forma que la amaba ella. Fue tanta su emoción que lo único que deseaba era poder gritarlo a los cuatro vientos, decirle a su familia, a su madre, quien seguramente se pondría feliz.
La mano de Alex acarició suavemente la mejilla de la rubia, para después acomodar un mechón que le cubría los ojos, sonreía al hacerlo, pero su sonrisa también se debía a todo lo que había pasado la noche anterior o más bien hacia unas cuantas horas atrás, solo de recordar el fuego que salía por los ojos de Piper, el deseo de su cuerpo por ser saciado con sus besos y caricias, y sin poder contenerse más, empezó a besar su cuello, dejando un rastro por toda su espalda.
—Eres tan hermosa Pipes. Le susurro, pensando que la rubia aun dormía.
—Tu lo eres más, te amo tambien. Respondió con un ligero gemido que escapó de sus labios.
—Te amo Pipes, no creo poder ser más feliz de lo que soy ahora. Piper se giro para verla, su mano acarició la mejilla de Alex quien seguía sonriendo.
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—Tambien te amo, tengo conmigo lo que por tanto tiempo desee, tú eres ese deseo que un día pedí. Alex frunció el ceño sin entender... —Desde que te vi por primera vez con.... Donna, me sentí atraída por ti, después cuando supe que habían terminado no podía entender cómo pudo hacerlo, como pudo dejarte siendo tan hermosa, yo.... Bueno yo pedí un deseo, que eras tu, estar contigo de alguna forma.. Las mejillas de la rubia se enrojecieron.
—Y dime, aparte de mi, ¿se te ha cumplido algún otro? Piper se puso algo seria, porque recordó sus deseo anteriores y fueron todo lo contrario a lo que pidió.
—Me temo que no, siempre quise casarme y tener un hogar con hijos, pero.... Desvió la mirada.—Ya lo sabes, fue todo un rotundo fracaso y aparte de que mi matrimonio fue un chasco, lo perdi todo. Alex limpio una lágrima que apareció rodando por su mejilla.
