El sirviente [Jm & Jk]

Dishes

Termino la cena. Como cada noche, se  hacía la última limpieza de la mansión, mucamas y mayordomos siendo dirigidos por mí claramente, el que lleva aquí desde que la familia Jeon comenzó su fortuna. Solamente el más fiel de los sirvientes.

Me dirigí a la cocina para revisar que todos los plato hubieran sido lavados correctamente y no faltara ninguna parte de la vajilla que se usó esta noche, pues cada mucama, sirviente y demás personal del hogar ya estaba durmiendo.

-Las copas, cucharas y tenedores....ajám..

Mientras anotaba y revisaba que todo estuviera correctamente lavado, dos brazos recorrían mi cintura, formando un aro de calidez.

-Jimiiiin, ya deja de revisar los platos cada maldita noche. –caprichoso rogó-

Era nada más que el hijo y único heredero de la familia, Jeon Jungkook.

-Joven, no puedo dejar mis obligaciones y menos cuando su padre está de viaje. –Respondí serio mientras seguía haciendo mi trabajo-

-Pero aunque un plato se pierda a diario, podríamos comprar muchos más en unas horas. Vez como no tiene importancia revisarlos.

Una burlona risa salió accidentalmente de mí, pues que palabras se podía esperar del niño que siempre ha tenido plata y carne en la boca. 

Lo único divertido de este trabajo es ver lo rápido que se le baja la calentura a un mimado sin hacer mucho.

-Joven... -Me di la vuelta delicadamente quedando cara a cara los dos, tome sus manos de mi cadera y las puse sobre mis hombros- ¿no cree que debería estar durmiendo ya? Si bien mañana es sábado, no lo he visto hacer tarea.

-Y-yo

Tartamudeando, un ligero sonrojo se creó en las mejillas de Jungkook mientras los bellos ojos de su mayordomo los hipnotizaba.

Ya un poco perdido en su propio juego, comencé a ver con deseo los labios de aquel joven chico de preparatoria, acercándome inconscientemente a ellos con la duda de su sabor. Hasta que el sonido de un rayo me hizo volver en sí.

-No se quede despierto hasta muy tarde Joven, feliz noche...

Con una última mirada quite aquellos tibios brazos de encima de mí, con pasos ligeros me dirigí a mi habitación para seguir con mi trabajo y luego dormir.