Nemesis Darkus Black: Draco aeternitatis.

Volumen 1. (PoA) Cap. 3 Mi varita mágica es genial, pero ella es mil veces mejor

Anteriormente en Nemesis Darkus Black...

Pienso en la ropa que trae puesta y en su cara completamente diferente a la que estoy acostumbrada.

¿Poción multijugos? No sería la primera vez viera los resultados de la poción, después de todo, el año pasado la usó en un intento inútil de demostrar que la perra de Malfoy era la heredera de Slytherins.

Y en su opinión, si hubiera alguien de su edad que pudiera hacer la muy complicada poción, solo podría ser Jasón, ya lo había demostrado el año anterior.

Pero sus ojos, y valla que no podía dejar de mirarlos, parecieran decir que me daría el mundo si pudiera, pero no sé considerará nadie el mismo.

Es exactamente cómo Jasón solía verla.

Cambia el exterior, pero el interior es el mismo. Su mejor amigo, a pesar de tener otra apariencia, seguía siendo él.

Viéndole de reojo, le dije "Esperó que no te moleste que te acompañe a la compra de tu varita entonces", el hecho de que me sienta un poco aliviada de encontrarlo en una pieza no quita el hecho de que esté molesta de que hullerá de mi como lo hizo.

Sé que tendrá un motivo perfectamente adecuado, pero no quita estuve buscándolo como loca durante dos horas.

Parece que hay alivio en sus ojos cuando asiente y se da media vuelta. "Es un placer en realidad, señorita Potter", sin más entra en la tienda.

Yo no dudo en seguirlo.

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La tienda es tal y como la recuerdo, un montón de cajas por todos lados, y un montón de polvo en igual medida.

El estaba delante de mi, sin verme a la cara con una expresión en blanco, no estaba muy segura si eso era bueno ó no, sea como sea, eso no cambia el hecho de qu...

"Es de mala educación aparecer de repente de esa manera, ¿No lo cree Sr. Ollivander?", dijo de repente dándose la vuelta viendo directamente detrás mío.

No necesito ser una genio para saber quién está detrás de mí, pero, enserio, ¿Cómo lo hace? Estoy atenta por cualquier cosa y me vuelven a tomar con la guardia baja sin siquiera intentarlo. "Yo personalmente no lo creó, después de todo está es mi tienda, aparte de ser ya prácticamente una tradición el que lo haga, ¿No lo cree Sr. Black?", dijo Ollivander estando ya frente a mi con las manos en la espalda, viendo con sus ojos que te ven hasta el alma a... espera, ¿Dijo Black?.

El solo se le quedó viendo cómo si nada, pero su leve estremecimiento delato sus emociones. "Usted me estaba esperando", no fue una pregunta, sino una afirmación. "De hecho, lo estaba esperando, disculpe por parecer insensible, pero ciertamente no esperaba que usted apareciera como está ahora, sino como hace dos años", ante esas palabras el se puso rígido, y su cabello estaba... ¿Cambiando de color? Antes era negro, ahora era rojo, luego azul, otra vez rojo y regreso a negro al tiempo en que se escuchaba lo fuerte que apretaba los puños. "¿Usted lo sabía?", eso tampoco fue una pregunta, pero había acusación enterrado en la indiferencia de su voz.

"Saber y sospechar son dos cosas diferentes, y en mi caso, es lo segundo. No obstante le ofresco mis más sinceras disculpas Sr. Black", el solo abría y cerraba los puños y más que enojado, pareció... dolido, pero no sorprendido. "¿Alguien más lo sabe?", preguntó, su rostro mostrando una expresión temerosa pero también de anheló, Ollivander por su parte mantenía su expresión mayormente igual, excepto por una mueca que parece no quiso hacer.