Chica En Llamas ( The Originals) KM

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Abro los ojos y miro hacia la ventana donde la luz de la luna entra y el viento hace danzar a la  cortina blanquecina. Juro,  haber sentido una caricia en mi mejilla, me levanto para cerrar la ventana a pesar que esta tiene rejas. Observo el bosque y es donde sé que no fue un sueño ni mucho menos una ilusión, unos ojos rojos intensos en un cuerpo de un lobo grande y espeluznante , hace contacto visual con los míos, pasa sus lengua por sus labios como si estuviera hambriento. Ese alfa corre hacia mi hogar y Salta hacía mi balcón, me alejo de la ventana corriendo hacia la planta baja. Busco el pedazo de papel donde Scott me dio su número, mi celular cae al piso por el susto repentino que me da al oír un tosco ruido en el techo y seguidamente pisadas. Me agacho para agarrar el móvil y no se como marque el número telefónico rápido.

—¿Hola?— su voz ronca de recién despierto se escucha a través de la línea.

—Scott, necesito ayuda.— hablo

—¿Naomi? ¿Qué ocurre?— pregunta pero un fuerte aullido se escucha a través de mi puerta principal. — Ahora iremos.— finalizo la llamada.

Luchar con más de un alfa agotaría mi energía y terminaría destrozada, sensación de dolor que espero no sentir y que Scott llegará a tiempo para ayudarme.
Mi puerta es destrozada, siendo ahora pedazos de madera en el piso. Me sorprendo al ver dos alfas más grande de lo que era Emilio.

—Muy bien perros feos , juguemos.— quedo en llamas, parece asustarlos al principio pero aún así luego corren a atacarme.

Uno me muerde el brazo, grito de dolor al principio, furiosa le doy una piña en su hocico tras una patada, alejándolo algunos metros de mí. El segundo me corta con sus filosas garras la mitad de mi cara.

—¡Ahhh!— gimo de dolor, cayendo al suelo, teniendo encima de mí pisando mi tobillo para que no me moviera.

—¡Emilio era mi hermano!— aspecto con furia, una mueca de asco se hace visible en mi rostro al sentir como la saliva del alfa cae en mi frente.

—Mírala, cree que con arder nos vencerá.— se burla.

—Déjenla.— la voz profunda de Scott retumba en la sala, sonrió aliviada.

(…)

Luego de acabar con esos alfas, Scott me ofreció estadía en su casa, donde vive su novia e sus amigos. Se disculpó por mo haberlo hecho cuando me llevaron a mi hogar y sabían que podría ser peligroso. También comentó que sería raro que alguien intente atacarlos, su manada está cerca de su hogar como también tienen una amplia seguridad, gracias al padre de su chica que es cazador.

Primera vez que oí sobre un cazador aliado con la especie a que se dedican a cazar y según son una amenaza hacia la humanidad.

—Fue increíble.— la voz de Theo interrumpió mis pensamientos.

—¿El que?— arrugo la cara.

—Tú. — me señaló para posteriormente sentarse en el suelo y ver la chimenea como yo.— Verte en llamas es increíble, te ves radiante… bueno en sí, lo eres.— admite bebiendo de su cerveza

—¿Gracias?— ambos reímos. — Nadie me ha dicho eso..— comento observándolo.

—Acostúmbrate, te diré cumplidos a menudo.— me guiña el ojo he me ofrece su cerveza pero niego, había bebido café hace unos minutos y no estoy en mi hogar como para cagar tranquila.

—Scott parece mayor que tú. — cambio de tema.

—Sí, solo por tres años.— dice, tirando la lata vacía hacia el fuego.— Tengo veinticinco y el veintiocho.

—Ah, pero si son unos bebés, me siento vieja.— comento—Tengo veinte para la humanidad pero más de un siglo en realidad. — confieso, mis mejillas arden al ver la sorpresa en su semblante.— Sí…soy una vieja.

—Entonces eres una vieja demasiado sexy.— sonríe

—¡Tremendo descarado eres!— golpeo sin rudeza su hombro, quitándole una risa.

Tuvimos charlando entre coqueteos de su parte, hasta sentir el sueño consumir nuestros cuerpos y luego cada uno se fue a su habitación.

(SIN CORREGIR)