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Despierto por unas risas, tardo en darme cuenta donde desperté. Sonrió al recordar todo lo de anoche, busco mis prendas para ponerme sin prisa alguna, suelto un gemido de dolor al levantar los brazos, observo la marca allí y mi sonrisa no puede, no ser mas grande. Klaus me había marcado oficialmente como suya, ¿quién no estaría feliz por ello? Tengo ganas incluso de salir a fuera y gritarle al mundo entero que estoy muy jodida. Sí, jodidamente enamorada. Me asusto cuando la carpa es abierta de golpe, y como si adivinara o sintiera que pienso en él, allí parado observandome con ganas de devorar mi cuerpo.


— Luces diferente, mas sexy que nunca. — me abraza de la cintura, dejo caer mi cabeza en su hombro para recibir gustosamente sus cálidos besos en mi cuello, mentón y por ultimo en mis labios. — Buenos días amor. — murmura sobre ellos.




— Buenos días. — dejo un casto beso ante de terminar de ponerme la última prenda, mi remera. Ambos salimos tomados de la mano, a fuera no veo a nadie y eso me hace extraño.— ¿Y los demás? Oí risas hace un momento.




— Oh, ellos fueron por algunas cosas, supongo que leñas y alimento. — comenta y pese a que no tengo idea por que no me convence eso. No le tomó mucha importancia he decido regalarle una sonrisa de asentimiento. — Hope ha preparado tostadas con café para ti.— suelto su mano para correr hacía la pequeña mesa de tronco para sentarme y devorar todo gustosamente. — Sí que tenias hambre... — murmura y rió moviendo la cabeza de arriba a bajo afirmando.

Minutos después de sentirme llena , Klaus jala mi muñeca en dirección del coche.

— ¿A donde vamos? Espera , te vomitaría todo ahora mismo. — se disculpa y me abre la puerta del copiloto, ¿emocionado? ¿Nervioso? No lo sé pero de que esta raro, lo está y no quiero preguntar por que me agrada mas este híbrido atento y muy caballeroso.
A lo lejos de la carretera logro ver un edificio de la ciudad, arrugo la cara otra vez. — ¿Necesitas algo y lo vamos a buscar en casa? — pregunto una vez que pasamos el cartel de bienvenida a New orleans.

— No, iremos de compra, quiero consentir a mi chica. — responde




— Jesús, ¿estoy soñando? ¿Quién se llevo a mi hombre? — exagero logrando que él riera.



— Elije un vestido que mas te guste, me vale el precio, ya estas avisada. — me guiña el ojo al estacionar el coche he bajar y rodear para abrirme mi puerta.

Un cosquilleo siento por todo mi cuerpo cuando entrelaza nuestras manos, siendo la primera vez en público más un beso en la comisura de mis labios. Mis ojos se aguan pero no me permito derramar una lágrima y que piense que esta cometiendo algún error, por qué simplemente esta siendo mi mañana mágica e única.
Entramos a la primera tienda de marca, no se en que momento los dos tomamos caminos diferentes y ahora me encuentro probando vestidos al cuerpo con cola de sirena.





— Ese sin duda le queda muy bien. — comenta la dueña.




— Espero que le guste a mi novio. — sonrió pero algo desanima por ni recibir un halago de parte suya. —Por cierto.... ¿Ha visto a un rubio , ojos claros un poco alto y atractivo? — ella parece pensar por unos segundos.






— ¿El hombre que pidió un traje elegante? ¿Niklaus?





—¡Sí!, espera... ¿Dijo que pidió un traje elegante? — la mujer responde un simple "sí". Y si mi cara antes se arrugaba sin entende. En este momento esta peor de confusión, ¿qué está tramando?— Gracias por ayudarme, llevare este blanco con perlas.





Chica En Llamas ( The Originals) KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora