Prólogo

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Abría los ojos lentamente al sentir una luz cegandola, era tan fuerte y radiante que no lograba abrir los ojos por completo y los cerraba al instante. Vuelve a intentar abrir los ojos, logrando ver la luz del sol directo en su rostro, y bosque a su alrededor antes de volver a cerrar los ojos. Quería llevar sus manos a sus ojos pero no podía, por más que intentaba no podía hacerlo, sentía como la sostenían con fuerza y como su cuerpo era prácticamente arrastrado al ella no tener la fuerza de caminar correctamente.

—¿Do-donde estoy?— tartamudea la chica, se sentía cansada, como si se hubiera pasado todo un día corriendo. —¿Mamá?, ¿Papá?, Yo...¿Dónde estoy?— preguntaba y allí dándose cuenta de su voz ronca y garganta seca, ya se encontraba levemente preocupada por su paradero, sabía que aquellas personas que la tenían agarrada no eran sus padres y lo peor es que no tenía la fuerza para levantarse.

Lo último que recordaba era haber estado acostada en su cama, luego de haber terminado como por quinta vez su anime favorito, Naruto. Y se había ido a dormir.

Entonces...quizás ¿Esto sea una pesadilla?.

Claro, no había duda de que aquello era una pesadilla, así que dejó de intentar moverse y se dejó llevar por el cansancio. Estaba segura que iba a despertar en su cama nuevamente.

Que equivocada estaba.

Estoy en...¡¿NARUTO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora