Extasis (Gay)

¿Te preocupas por mi?

—No es buen momento Cameron.

El rubio continua su camino siendo víctima de los juego que el suelo hace sobre él moviéndose de un lado a otro.

La gravedad gana. Kendall cae rendido sin remedio alguno, sus ojos luchan por mantenerse abiertos. Su cráneo rebota una y otra vez contra el duro asfalto manchado de sangre fresca.

Un grito llena el silencio. Cameron corre hacia su amigo. Desesperado le sacude, le llama pero este no responde.

Cameron lo carga entre sus brazos y lo recuesta en la parte trasera de su auto, él sube y arranca el auto. Se dirige a su apartamento. Llama a emergencias.

Entre sus brazos Cameron lleva a Kendall hasta su habitación, sin poder dejar de mirarle, su expresión de calma, de tranquilidad. Su rostro de un blanco puro con matices rosas en las mejillas.

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Los ojos del rubio se abren, lentamente, enceguecidos por la luz. Desconcertado trata de levantarse lo mas rápido que puede aunque no da resultado sus piernas no responden ni se mueven. Pero no demora en reconocer el cuarto de Cameron. Su pecho esta desnudo y al tocar su frente esta llena de sudor, causando confusión en él.

Mas que se desnudez lo que le preocupa a Kendall es su estado, su falta de movilidad en sus piernas.

—¡MIERDA!—grita despavorido.

La puerta se abre de un golpe, un cuerpo entra apresurado.

—¿Estas bien?, ¿qué pasa?— dice Cameron entrando al cuarto con las mejillas rojas y el corazón palpitando rápidamente.

—No puedo mover mis piernas Cameron, ¡¿que mierda pasa conmigo?!, ni siquiera las siento.— grita todo lo que puede; insultos, plegarias.

—Hey hey hey —lo calma Cameron mientras sostiene el mentón de Kendall y le da una mirada de tranquilidad— tranquilo, un paramédico vino y te reviso, te pusieron anestecia, el doctor dijo que probablemente no podrías mover todas tus extremidades durante al menos doce horas, y ya van ocho no falta mucho para que desaparezca el efecto.

—¿Ocho horas? ¿He estado inconsciente por ocho horas horas?

—Nueve de echo, el doctor llego una hora después de que quedaras inconsciente.

—¿Y qué demonios me paso?—el ojiazul lo miraba fijamente mientras Kendall hacia lo mismo, y le atacaba con mas y mas preguntas.

—Te has intoxicado, el doctor dijo que no era nada de que preocuparse, pero el golpe si ha sido fuerte te ha cogido seis puntos en la cabeza, te dejo unos medicamentos y tienes que ir a revisión —Kendall lleva su mano a su cabeza en busca de los puntos —¿Sabes?, casi me matas del susto.

—Oh ¿enserio?— suelta una carcajada seguido de que Cameron se abalanza sobre él atacándole— Ok ya, ya basta, no se vale, es inmoral aprovecharse de alguien inválido —suelta Kendall en broma.

—Enserio, —Cameron se torna serio—no se como no tomarme a mal el hecho de que mi mejor amigo se parta la cabeza y se desmaye en frente mio. Me preocupas Kendall.

Sus mano se rozan, el silencio abraza el momento acariciando la mirada profunda que mantienen los dos.

—¿Te preocupas por mi?