Amor Sangriento |Alucard x Reader| |Hellsing|

✔Capitulo: 05✔

Sharon

- Niña despierta -escucho que me dicen, pero no le prestó atención.

- ¡Despierta ya mocosa! -escucho la molestosa voz otra vez.

- Mmm... Quiero dormir -digo dándome vuelta para seguir durmiendo.

- No, ya es muy tarde levántate -me quita las sabanas y siento frio, trato de buscarlas, pero no las encuentro. Abro un ojo y lo veo sosteniendo la sabana y mirándome fijamente.

Busco el reloj de mesa que tengo y quiero matarlo.

- ¡Son las 5 de la mañana! ¡¿A ESO LE LLAMAS TARDE!? ¡¡Estas loco!! Es que no tienes una vida que atender -digo muy enojada y mas porque es sábado ¡¡SÁBADO!!

- Levántate ya y deja de perder el tiempo gritando -dice serio- ¿O quieres que yo te levante a mi manera? Créeme que no te gustara para nada.

Me levanto tan rápido de la cama, que me enredo con las sabanas y caigo al piso. ¡Maldito vampiro! Lo odio.

- No hace falta, ya estoy levantada -digo sonriendo de mala manera.

- Bien. Haz lo que tengas que hacer y te espero para que desayunes. Luego pasaremos a tus entrenamientos, no te tardes o me enojare de mala manera -dice y se va atravesando la pared.

Me levanto del piso y me voy al baño, hago mis necesidades y quito mi ropa para después entrar a la bañera, a pesar de que soy vampiro no hay necesidad de que me bañe, pero me gusta hacerlo. Termino de bañarme, lavo mis dientes y salgo al closet, ya me habían traído toda mi ropa del antiguo departamento donde vivía con Seras. Saco ropa deportiva, es más cómodo para entrenar, cojo un pantalón licra negro corto y un top rojo con mis tenis negros también. Recojo mi cabello en un moño alto y me miro al espejo, estoy sexy, pero cómoda.

Salgo de mi habitación y me dirijo al comedor a desayunar, me encuentro a Seras negándose a beber sangre. Cuando me ve se nota en su cara lo sorprendida que esta.

- Buenos días, Seras -digo y me siento aun lado de ella y justo estaba mi desayudo, se ve delicioso. También puedo comer lo que quiera, no como otros que les hace daño.

- Buenos días, Sharon -me sonríe, luego mira mi cuerpo- ¿A quien quieres matar vestida así?

Me río por su pregunta.

- A nadie Seras, solo me cambiado así por que tengo entrenamiento con el vampiro ese -hago una mueca.

- Me lo imagine, cada vez que hacías ejercicios te vestías así -me sonríe y hace una mueca de desagrado al ver su sangre. No la tomara, lo sé. Por mi parte comienzo a comer mi rico desayuno.

- Odio esto, quiero comer lo que tu comes -dice haciendo un puchero.

- Pues come -levanto la cuchara- toma.

- No, no, no puedo -se niega- Ya no puedo comer comida humana, porque después le hace daño a mi estómago, bueno Alucard me dijo que solo es por ahora...

- Como digas -me llevo la cuchara a la boca.

[...]

Ahora mismo estoy en un pasillo buscando el salón de entrenamiento, pero estoy perdida. Hay demasiadas puertas. Al fondo del pasillo visualizo unas grandes puerta, me acerco y las abro. Al fin lo encontré.

Entro y observo el lugar, esta lleno de armas de todo tipo, tiro al blanco, muñecos con cara feas, las paredes están diseñadas para que ninguna bala las perfore. ¡Esto es genial! Miro hacia un sillón y lo veo cruzado de piernas observándome serio ¿Desde cuándo está ahí sentado? Santo Padre de la Papaya.