En la noche
Después de encontrar un lugar donde hospedarse buscaron otro para comer. Ahora se encuentran los cuatro sentados alrededor de una mesa con comida sobre esta.
Aladdin y Alibaba engullían la carne que es lo que predominaba en la mesa; Luminitsa pidió un plato con algunas frutas y verduras que se los comía con calma sin dejar de ver a Morgiana, quien no comía nada y aún se veía decaída.
– Morg, has estado callada – señala Aladdin
– Bueno, Hakuryuu se fue sin despedirse después de todo. En tiempos como estos debes levantarte el ánimo deleitándote con comida deliciosa – dijo Alibaba con carne en ambas manos. Al ver que Morgiana se encogió de hombros se le acercó y le pegó a la cara un plato con pescados – Tú energía es tu única cualidad, así que vamos, no te contengas, ¡come! –
Luminitsa sonrió al ver como la fanalis trataba de rechazar su comida favorita, pero le era imposible si el rubio no paraba de restregárselo en la cara provocando que un sonrojo apareciera en sus mejillas.
– No, estoy bien –
– No seas así, o devoraré este apetitoso pescado yo solo – toma uno de la cola y lo mueve frente ella – Vamos, come –
Finalmente desistió y como un animal lo atrapa en su boca mientras Alibaba le arroja otros tres en diferentes direcciones que Morgiana atrapó sin usar sus manos.
– ¿Estas contento, Alibaba? – dice masticado los tres pescados
– ¡Esa es nuestra Morgiana! –
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– Pero va a pasar un tiempo antes de que nosotros cuatro podamos reencontrarnos – dice Aladdin observando su tarro en sus manos
– Sí, a partir de ahora iremos por caminos separados. Yo me dirigiré a Lemano, la capital de Reim –
– Yo iré a Katarg, al sur de Reim. En un barco diferente al tuyo –
– Yo al este, iré por el norte de Balbadd, después iré por mar. Primero buscaré por ahí –
– Y yo iré por tierra a Magnostadt –
– Pero nos volveremos a reunir en poco tiempo, yo volveré en un año cuando mucho – dice Alibaba
– Yo también. Apenas pueda echar un vistazo a mi tierra natal regresaré a Sindria –
– Sindria, eh – murmura pensativa notando como los más jóvenes la veían fijamente – Bueno, me gustaría buscar mi tribu hasta encontrarla, pero iré a visitarlos a Sindria después de un año – vio de reojo la ventana
– Entonces ya no nos veremos tan seguido – murmura Aladdin ahora siendo observado por los tres – En mi caso, puede que necesite un poco más de tiempo – observa su tarra – Porque hay tanto que quiero aprender –
– Oye, ¿no estarás pensando en no volver nunca más, verdad? – señala en rubio
– No se preocupen, nuestros destinos están interconectados ¡Seguro nos reencontraremos nuevamente! –
– ¡Hagamos una promesa! – dice Alibaba emocionado colocando su puño elevado sobre el centro de la mesa, enseguida lo imitan Aladdin y Luminitsa, al final Morgiana algo dudosa
– ¡Que nos volvamos a encontrar con buena salud! – el rubio y peliazul chocan sus puños con los de la azabache y la pelirroja dejando ver sus blancas dentaduras en una gran sonrisa
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Pequeña Luz
AdventureSiempre apoyando a sus amigos, siendo esa pequeña luz que los ilumina en la oscuridad, se pregunta si es por su naturaleza o porque quiere hacer honor al nombre que le dio su madre