Todos alguna vez tuvimos un compañero que era el "rarito" no? El que nunca hablaba y no mostraba emociones asía los demás.
Yui Kodai era esa chica solitaria, esa chica la cual no hablaba a menos que fuera necesario, no era por ser grosera en lo absoluto pero siempre mantenía un rostro firme e inmóvil.
La gran mayoría de estudiantes evitaba hablar con ella, estar cerca de ella, o simplemente observarla, ya que les intimidaba su presencia fría y sin emociones.
Sólo una persona se acercó a hablarle, fue un día como cualquier otro en los pasillos de la escuela.
Izuku: Disculpa, sabes donde están los baños?
Un chico peliverde de pecas se le acercó un poco nervioso porque no encontraba los baños.
Yui: Uhh? Claro están en el segundo piso por el pasillo C, en medio del camino están los baños -_-
Izuku: (confundido) Ahh... Este... Me podrías guiar?
Yui: Claro -_-
A pesar del rostro firme e intimidante de Yui, Izuku no mostró señales se incomodidad ni mucho menos miedo, el solo quería ir al baño 7^7 esto extraño a la chica que por curiosidad empezó una plática cualquiera, tal vez su voz cortante lo asustaría igual que a los demás.
Pues no, Izuku continua la charla con una sonrisa de oreja a oreja sin prestar atención al comportamiento de su acompañante.
Sorprendentemente tenían mucho en común, ambos parecían disfrutar la conversación, incluso Yui espero a que Izuku saliera del baño para poder seguir hablando.
Poco a poco se fueron acercando más volviéndose amigos que al parecer compartían gran cantidad de gustos, como dije antes, al chico no parecía importarle que la chica nunca mostrará expresiones, de hecho parecía relajarlo un poco del estrés escolar, la voz de la pelinegra era como una canción de cuna para el.
Pasado el tiempo se volvieron mejores amigos y Yui sólo quería estar con él, intentaba pasar el rato con su amigo lo más que pudiera, abandonaba completamente a sus amigas de dormitorio sólo para buscar a su amigo pecoso.
Lo seguía todos lados sin que el se diera cuenta hasta que el sol se ocultaba, le interesaba saber más de él y poder tener conversaciones más largas, era de los pocos verdaderos amigos que tenía y obvio no quería perderlo.
No pasaba tiempo con sus compañeros de clase porque sólo quería estar con Izuku, esto puso celoso a algunos y alegro a muchos.
Era un poco tierno para sus amigas, Izuku era el primer mejor amigo de Yui y ella quería pasar más tiempo con el.
Parecían un par de niños pequeños :3 ...
Un día la chica decidió dar un paso más para poder hablar aún mas con Izuku, su número de teléfono para chatear hasta altas horas de la madrugada, estaban en la cafetería apartados de los demás en una mesa en la esquina del lugar, hablaban tranquilamente olvidándose de todo y de todos.
Yui: Oye, me pasas tu número? -_-
Izuku: Ahh claro, es *******.
Algunos sentían escalofríos al sentir sus palabras secas y cortantes, pero simplemente era su modo de hablar.
Yui anotó rápidamente el número en su teléfono tratando de contener su alegría, conservando su cara de poker.
Pasaron unos cuantos minutos sin hablar y esto puso un poco nerviosa a la chica, que tal si se aburría y decidía irse? Mirándolo fijamente le lanzó una pregunta un poco fuerte.
Yui: Porque quieres ser héroe?-_-
Siempre tan directa con su preguntas, pero Izuku ya estaba un poco acostumbrado, este dio un sorbo a su refresco de uva y con una sonrisa infantil le contestó.
Izuku: Uh... Bueno, la verdad, los héroes tienen mala imagen con el público, y no los culpo, la mayoría sólo se interesan en la profesión por el dinero y la fama, olvidándose completamente del verdadero objetivo, simplemente ayudar, y me gustaría demostrar el verdadero significado de volverse un héroe :)
Al girar su mirada noto que la cara de su amiga estaba a escasos centímetros de la suya aún sin mostrar expresión alguna, sonrojado retrocedió inmediatamente tapando su boca con su mano.
Yui: Eso es increíble, te admiro mucho -_-
Izuku: (sonrojado) Ehhh?! N_no digas tonterías!
Yui: Midoriya no hagas escándalo, todos te están escuchando -_-
Al darse cuenta que toda la cafetería lo miraba confundidos por su grito se cubrió el rostro con sus brazos muerto de la vergüenza.
Yui sólo lo miro preguntándose sobre que hablar?
...
Con el tiempo ambos endurecieron su amistad al punto de ir a sus habitaciones sin avisar, después de todo ninguno de los dos se enojaría.
Eran uña y mugre.
La chica se sentía muchísimo más cómoda en la habitación de Izuku que en la suya, pasaba gran parte de la tarde ahí y sólo llegaba a sus dormitorios a dormir.
En ocasiones ni siquiera hablaban, eso ya no era un problema para ninguno, simplemente disfrutaban la compañía del otro y eso bastaba.
Así es amigos, Yui se había enamorado de Izuku, era imposible no enamorarse de él, tenía sus defectos como todo ser humano pero a los ojos de ella eran minorías.
Ese tierno chico peliverde y sus pecas lograban sacar las emociones de Yui a flote, haciéndola sonreír de vez en cuando y sonrojarse un muchas ocasiones, sorprendiendo a su amiga.
El único momento en el que Yui mostraba expresiones faciales completamente era cuando se autocomplacía pensando en su querido peliverde.
Después de todo ella era humana y tenía necesidades sexuales, en ocasiones logro ver a su amigo sin playera mientras se ejercitaba y eso le dio luz verde.
Yui: ~Ahmmmm mmm... Ah...~
Contenía sus ligeros gemidos lo más que podía para que los demás no la escucharan.
Yui: ~Ah... Ah... Izuku... Ah~
Sus suaves dedos salían y entraban en su vagina de forma lenta y placentera, los fluidos manchaban las sábanas y humedecían su mano produciendo sonidos húmedos y gemidos ahogados.
Su boca estaba abierta tratando de no gemir y al mismo tiempo respirar con normalidad, sus ojos llorosos y mejillas rojas hacían que se viera muy tierna.
Después de alcanzar su deseado pico de placer, se quedó dormida deseando tener dulces sueños con su Izuku.
