5.2. Thiam.

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Theo.
Habían pasado seis meses desde que había estado en Idris, apenas había entrado por aquí portal vi la guerra que se había desatado en la ciudad.

Flashback.
Después de cruzar el portal y llegar a nuestro destino lo primero que hice fue sostener una flecha que iba en dirección a mi cabeza, mire hacia el frente y gruñí de furia.

Los Shadowhunters a mis lados gritaron en signo de ataque y eso hicimos, atacar.

Usando la flecha con la que me habían disparado corrí hacia los cazadores que intentaban matarnos, clave la flecha en su garganta y se la desgarre, pase al siguiente y esquivando la espada que tenía en la mano volví a clavar la flecha esta vez en su pecho.

La sangre salto manchando el hermoso traje que tenía puesto, la sangre decoro la camisa blanca, desabroche mi chaqueta para mejor movilidad y seguí matándolos con la flecha en mi mano.
Fin del flashback.

Sali de la casa de Alec y Magnus, en el patio estaban Clary y Jace, pase de ellos y camine hasta la camioneta, hoy tenía “audiencia” con la persona que por mucho tiempo me hizo tanto daño. Yo era la única persona que pedía verla.

Alec conducía, nos llevaba al centro, cuando llegamos Alec fue el primero en bajar, tome aire e hice los mismo, este sería mi último día frente a ella antes de que fuera juzgada y muerta por la Clave.

Entramos al lugar y caminamos por los largos pasillos de piedra, los Shadowhunters que pasaban al lado nuestro saludaban con un asentimiento de cabeza, llegamos hasta las celdas e Imogen Herondale nos esperaba en la puerta.

- Theodore Gideon Raeken, fue un gusto haber peleado contigo. –

Jamás creí que iba a escuchar a esa mujer decirle a algo así a un “subterráneo”, asentí y le pase la mano, tal vez solo probándolo.

- El gusto fue todo mío. – le sonreí –

- Después de que ella sea juzgada, tú podrás volver a casa, tu trabajo con la Clave habrá acabado. – asentí y estrechamos las manos.
Ella se retiró y junto con Alec ingresamos los dos al lugar, llegamos hasta donde ella estaba, jugaba con cartas, volteo la cabeza hacia nosotros y cambio sus ojos azules a negros, gruñí y ella sonrió.

- Pasa, hermano. – me dijo.

Gruñí ante eso.

Entre a la celda y me senté frente a ella – Me alegra mucho que me visites, hermanito. – dijo mientras acercaba su mano a mi rostro, la sostuve antes de que  me agarrara –

- Tú no eres mi hermana. – le dije – Nunca lo has sido. – Me miro incrédula - Solo posees su cuerpo. – Apretó la mandíbula – No eres humana, jamás lo serás, solo eres un demonio que se metió a un cuerpo con hipotermia. – Ella gruño mostrándome los ojos negros  y la golpee en la cara haciendo que cayera de la silla – Tú no eres Tara, jamás lo has sido. – Me miro desde el suelo y sonreí – Y ahora, hoy. Veras tu muerte. – Fui hasta la puerta – De nuevo. – dije para salir con Alec detrás.

Les explicare como habíamos llegado a esta situación.

Flashback.
Ocho meses antes.
Comencé a abrir los ojos, sentí pánico, el lugar era frio y pequeño, mire hacia otro lado, vi una perilla, acerque mi mano y la abrí, cuando iba a salir, vi unas manos agarrar la “camilla” y tirar de ella.

La luz me segó, cerré los ojos con fuerza y cuando pude abrirlos desee no hacerlo, comencé a tener miedo, podía olerlo, mi propio miedo. La vi a ella, vi a mi hermana, era Tara.

1. Historias de Thiam-Chrisberry (version 2020-2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora