ONE-SHORT ESCRITO PARA LA ANTOLOGÍA POR EL CUMPLEAÑOS DE ASH. Organizada por: @PoderKurbi.
¡Feliz cumpleaños mi hermosísimo ángel! TuT
Me alegra mucho poder participar en una oportunidad tan especial como esta. Tienen toda mi gratitud por idear...
✮Advertencia(s): Mención NO explícita de: maltrato, violación y depresión.
✯Número de palabras: 4,709
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un pequeño departamento de los suburbios de Nueva York nuestro querido rubio se encontraba desenvolviéndose en el papel de líder. Le estaba dando un par a órdenes a sus chicos. Max, Kong y Bones escuchaban con atención el plan que prontamente deberían de poner en práctica contra los hombres de Dino.
Cuando los chicos salieron del departamento, Ash se dejó caer en una de las sillas de su comedor, mientras sostenía algunos papeles en sus manos. Entonces Eiji salió de la cocina terminando una taza de té. El azabache notó una mirada cansada en el rostro de Ash y se preocupó, pues, en toda la noche anterior, el rubio no había pegado el ojo por mantenerse despierto para idear el plan de acción.
—Ash, ya es hora de dormir—Eiji le habló sacándole de sus pensamientos.
Ash dejó los papeles sobre la mesa y volteó a ver sonriente al azabache—Sí —se puso de pie y fue en dirección a su cuarto con Eiji siguiéndole por detrás.
El nipón tomó el hombro de Ash con delicadeza y este relajo su espalda, la cual se notaba que estaba bastante tensa. El acto le causó un poco de gracia a Eiji, quien hizo un par de movimientos circulares sobre la columna, para después cerrar la puerta de la habitación.
Ash se quitó los zapatos y comenzó a preparar su cama, al igual que Eiji.
Al azabache le agradaba la sensación que sentía cuando estaba a solas con Ash; porque el rubio podía disparar un arma a metros de distancia y no fallar el objetivo, ganar una riña con cuchillos y dar órdenes a una gran pandilla, pero cuando estaba con él, Ash era bastante dócil. Solo un chico más.
Como si únicamente necesitará de la compañía de Eiji para poder relajarse.
Como si sus almas estuvieran conectadas. Eiji se regocijaba ante ese pensamiento, definitivamente él no sabría qué hacer si un día ya no pudiera hacerle compañía al chico de ojos verdes.
Una vez que ambos entraron en su respectiva cama voltearon a verse directamente.
—Buenas noches —Eiji le susurró con una gentil sonrisa.
Su conexión era tan especial como si se hubieran conocido desde antes.
—Descansa —el rubio le contestó y después ambos cerraron sus ojos listos para sumergirse en la tierra de sus sueños.
