🇪🇦Todos Queremos Un Poco de España (One-shots)💙

Francia x España

En su mente había una gran confrontación entre dos sentimientos:
Odio y Deseo.
Ambas estaban equilibradas y ninguna dejaba ganar a la otra, no había diferencia.

Francia mascullaba el día en el que lo vio, el día donde sus miradas se encontraron.
Lo odiaba.
Por culpa de ese ser había caído en un delirio, un hermoso y adictivo delirio donde lo veía acercarse a él y bailaba, le sonríe y le besaba.

Eso solo lo hizo enojar.
En un rápido y brusco movimiento arrojo todas las cosas que estaban en su escritorio mientras gritaba enojado.

-Maldita seas, España...-mascullo mientras se apoyaba en la mesa y apretaba sus puños debido a la furia.

Había caído en la tentación, había traicionado su religión, sus principios.Se había enamorado de un hombre y traicionó a la Virgen María a la que juro fidelidad.
Ahora solo estaba enfermo, era un enfermo.

No podía dejar que nadie se enterase y menos la iglesia o sus seguidores...

Ahora todo estaba en silencio, lo único que reinaba era el sonido del fuego calcinando la leña, devorándola poco a poco.
Con lentitud el líder y representante de su país recuperó la compostura y camino hasta pararse en frente de una hermosa vidriera de la Virgen María.
Los suaves rayos del sol pasaban a través de esos cristales de colores y lo hipnotizaban.

Siempre le trasmitía paz cada vez que la veía.

-Oh Beata María, he traícionado vuestros principios y he pecado...-confesó a la vidriera.-He cometido el error de sentir deseo hacia otro hombre, mi enemigo y ahora me es imposible sustraerlo de mi mente.Estoy enfermo.-

A Francia le resultaba muy duro confesarse, pero si no lo hacía la agonía lo corcomería por dentro y más culpa sentiría si le ocultaba algo al Ave María y a Jesucristo quienes veían y sabían todo.
¿Que clase de predicador y líder sería si no cumplía lo que predicaba?

-Usted sabe que siempre le fui fiel a vos, a su hijo Jesucristo y a Dios Todopoderoso, pero de nada sirve mi virtud que ha sido manchada.-siguió confesándose mientras apretaba los puños y fruncía el ceño.No podía mirar a los ojos de su señora, ella no merecía mirar a un pecador.-Lo único que siento es el asco y deshonor hacia mí mismo.-

Realmente sentía vergüenza y asco de si mismo.
Se suponía que era el líder, el representante de su país y había acabado así.
Tenía que liderar a su gente y no podría hacerlo si estaba a los pies de ese hijo del Diablo.

Rojo como la sangre, sangre que es provocada por la maldad y maldad que representa el mismísimo Diablo.
España era un producto de Diablo, el enemigo del Cielo y de Dios, y por lo tanto también era su enemigo.

Pero...Si tan malo era ¿como es posible que se sintiese tan bien?
Ya sea pensar en él o verlo el francés tenía el corazón palpitando.Estaba a su merced.