Arranged marriage [WangXian]

[ Capítulo 2 ]

A la mañana siguiente, Wei Wuxian despertó en la habitación que se le había otorgado la noche anterior. Había esperado a que alguien intentara despertarlo a las cinco de la madrugada, como todos en a Gusu solían hacer; extrañamente, nada de eso había sucedido, y acababa de abrir sus ojos recién ahora, a las once en punto.

Durante el resto del banquete del día pasado, con la creencia de que dormiría en el jingshi, junto a Lan Zhan; había estado pensando en diferentes maneras de molestarlo durante descansaba. Las ideas iban desde pintar su rostro con una tinta extra resistente, a bajar al pueblo más cercano a escondidas, emborrachar al jade y desacomodar sus ropas para que pensara que había hecho algo incorrecto mientras estaba borracho.

Grande fue su sorpresa al descubrir que una de las extrañas tradiciones de la secta Lan, era que los novios no podían acercarse a más de un metro. ¡Y qué decir del tacto! Estaba totalmente prohibido.

Como tal, lo habían arrojado en una de las habitaciones de invitados y lo habían dejado toda la noche solo. Aunque no tenía sueño, no tuvo más remedio que dormir y callarse todas sus quejas.

Dando un pequeño bostezo se miró al espejo: sus ojos tenían pequeñas ojeras por tanto dormir, su cabello estaba increíblemente despeinado y un pequeño hilo de saliva seca resaltaba en su mejilla. Sonrió, frotando su cachete y tomando su usual listón rojo para atar su cabello en una coleta, sin interesarse en peinarse primero.

Salió de la habitación estirando los brazos, sintiendo su estómago rugir con fuerza.

Cierto. La última vez que había comido, había sido en el banquete; no era extraño que su estómago estuviera pidiendo por más. Decidió ir a buscar algo sobrante del comedor, sin importarle las miradas curiosas que le dedicaban los discípulos de Lan y la mirada desaprobatoria que le lanzaba Lan Qiren desde su estudio.

Cuando entró al comedor, sus ojos brillaron al ubicar a un pequeño plato con lo que parecía ser arroz y carne cocida. Era extraño —porque en Gusu casi no comían carne—, pero supuso que eran las sobras del día anterior y lo dejó pasar.

Tomó el plato y corrió a sentarse en una de las mesas bajas vacías. La comida lucía apetitosa, pero, cuando se disponía a darle un primer bocado, sintió a alguien golpear con fuerza su cabeza.

No tuvo que molestarse en adivinar quien era; el único que le golpeaba la cabeza sin ningún tipo de resentimiento, era Jiang Wanyin.

— ¡Jiang Cheng! Pensé que te habías ido con los tíos y con Shijie. —mirándole a aquellos ojos violetas, le regaló una sonrisa descarada. — ¿O es que estabas preocupado por tu queridísimo hermano mayor?

El contrario rodó los ojos y se sentó a su lado, sosteniendo una pequeña taza con agua entre las manos.

—Padre me pidió que te cuidara y madre está preocupada. —mencionó, dándole una respuesta a la pregunta anterior.

— ¿Preocupada de qué?

— ¿En serio estás preguntando? —inquirió, con sorna. —De que pongas en duda la integridad de los Jiang.

Sin importarle el frío trato de Madam Yu, le dio un brusco mordisco al trozo de carne en su tazón, mirándole con las cejas alzadas.

— ¿Por qué haría yo eso? ¡Soy el gran Wei Wuxian! —Wanyin le dedicó una severa mirada, que, a los ojos de Wei Ying, era como decirle "por eso mismo". —De todas maneras, ni siquiera voy a tener tiempo para ello; Lan Qiren me va a bombardear con clases de etiqueta para ser una buena pareja para Lan Zhan.

Dejando a un lado su tazón de comida —que ya estaba vacío—, Wei Ying miró con aburrimiento al frente, recargando su mejilla en la palma de su mano.