Cap 19

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Pasó una semana, la semana más lenta en la vida del joven, había llegado el que en algún momento era su día favorito, sábado, aunque ahora tendría que compartir ese día con el que se hacía llamar su "padre".

Ahora se encontraban en un auto en la carretera rumbo a lo desconocido, Keith hundió todos sus sentidos en su celular y música restándole importancia a los adultos que reían en los asientos delanteros; era extraño, pocas veces su madre y el salieron de la base militar y cuando lo hacían el se sentaba a su lado como co-pilotó y ambos reían.

Todo había cambiado en su vida, aquellos dos actuaban tan melosos que era extraño, tomaban sus manos por los pasillos, reían el uno al otro y algunas veces los había topado dándose besos, pero lo que más extraño le parecía era que ahora ya no era "el hijo del maestro Adam" ahora lo llamaban "el joven shirogane", claro era su apellido y estaba acostumbrado a él pero que lo empezaran a usar solo por la llegada del alfa le molestaba mucho.

El joven alzó un poco la mirada notando que su madre le hacía señas de hablarle, está dobló un poco los ojos y pausó su música prestándole atención al mayor.

-cariño, qué pasa?, llevamos una hora y media aquí y no haz dicho una palabra, te sientes bien?- pregunto Adam observando a su hijo y analizándolo de pies a cabeza

Adam aveces llegaba a ser un mamá muy sobre protector, muy paranoico en muchos sentidos pero así era el y era algo de lo que Shiro y Keith se habían enamorado.

-oh em..nada, estoy bien...- expreso Keith restándole importancia a eso logrando calmar a su madre un poco

-siempre que salimos de la base tú no paras de hablar, hace mucho tiempo que no me cuentas nada- expreso Adam para luego hacer un puchero a lo cual El Niño se sonrojó y volteo su rostro

-emm bueno...no pasó nada extraordinario simplemente Lance me dio un poco de su comida y estaba muy rica, no recuerdo el nombre pero era diferente, Pidge...sigue siendo Pidge, no creo que otra cosa me pasara- decía el joven sin más volviendo a acomodarse en su lugar

-y quien es ese lance?- pregunto Shiro por primera vez dirigiendo su vista al retrovisor y dando una sonrisa al joven que le frunció el ceño

-"ese lance" es mi novio- respondió de mala gana soltando un bufido- a donde vamos MAMÁ?- dijo el joven recalcando hacia quien estaba dirigida su pregunta

-vamos a hacer un picnic familia...hace un tiempo Shiro y yo habíamos descubierto un lugar al cual te queríamos llevar cuando fueras un poco más grande, tal vez de tres o cuatro años...pero era un lugar al que siempre quisimos ir contigo, es como una aventura- dijo Adam intentando subir los ánimos del joven el cual solo se sumió de hombros y asintió

El recorrido hacia el lugar volvió a ser silencioso de parte del joven pero ambos adultos no se rendirían fácilmente

Llegaron y Adam tomó el bolso con manteles y platos mientras que Shiro la comida. El joven simplemente observó el lugar viendo una enorme montaña llena de árboles, se veía bien si no fuera por el echo de que el era pésimo para esas cosas y odiaba tener que escalar o caminar mucho, simplemente soltó un bufido y camino hacia su cruel y cansado destino.

Todos comenzaron a subir, cada vez adentrándose más, el joven sentía desmayarse, llevaban al rededor de veinte minutos caminando y parecía no acabar.

-mamá quiero regresar!- decía el joven ya harto arrastrando sus pies viendo que su mamá y el alfa se encontraban como si nuevos

-vamos Keith, ya casi llegamos, juro que te encantara- decía un energético Shiro posándose tras su hijo

-claro que si Shiro- susurro entre dientes casi inaudible

Keith sudaba cual rio, el camino parecía eterno y aún nada parecía tener fin, Shiro seguía caminando tras de el y Adam delante de ellos.

-podrias sonreír al menos un poco Keith?- pregunto un ya algo molesto Adam viendo la cara de pocos amigos que ponía su hijo

-porque estás tan insistente en que sonría?- le replicó parando su paso asombrando a el ones mayor

-oye, no le hables así a tu madre keith- regañó Shiro ganándose una mirada asesina del menor

-oh claro, lo dice el padre del año, el que quiere venir y ser recibido con besos y abrazos, el que nunca mando una carta, el que nunca dejó un video, el que nunca...- el joven seguía pero fue interrumpido Adam quien avanzaba hacia a él haciéndolo retroceder a su vez

-Keith por favor cálmate!- gritó el moreno molesto a lo cual el joven siguió retrocediendo y frunciéndoles su ceño

-no mamá, ya, tengo que fingir estar bien conviviendo así, no lo conozco y el no me conoce, tú lo metiste en nuestra vida y yo...yo....yo no se porque me siento tan mal....- expreso el joven con un poco de lágrimas

Todo quedó en silencio por tres segundos para que luego aparecieran los gritos, Keith se había parado sobre la orilla del camino y justo cuando había acabado de hablar esta se rompió dejando solo sus grito; Shiro tiro la comida que tenía en sus manos y se lanzó hacia el joven tomándolo en su pecho y cubriendo la cabeza de este, Keith sin más abrazo la cintura del alfa ahogando sus gritos y solo dejando que la gravedad los llevara a ambos, al fin tocaron el suelo de forma abrupta y comenzaron a rodar, rocas y ramas los golpeaban pero de Shiro no se escuchaba queja algunas simplemente apretaba su agarre intentando proteger a su cría a costa incluso del su vida.

Al fin todo paro, ya no rodaban, su cuerpo solía, sus oídos estaban a estallar y el ruido era nulo, su cabeza se levantó y su nublosa vista divisó la cara del mayor, Keith la toco con una sonrisa intentando llamar la atención de este aunque nada, esté ya no lo estaba abrazando, solo estaba ahí, en la fría tierra. Las lágrimas del joven volvieron a salir y su mente se volvió a apagar por completo cediendo al dolor y cansancio absoluto.

Antes de kerberosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora