My Ring!

PΛЯТΞ 2

—Bienvenidos chicos, ¿cómo han estado?

Visión recibe a Natasha y a Bucky con una gran sonrisa.

Hoy todos deben reunirse en el Apartamento de Steve para una cena en familia, o mas bien "Reunión para pedirle matrimonio a la cotorra", según Natasha. No era normal que todo esté decorado elegantemente y hasta Visión lleve un traje color vino para la ocasión.

Bucky... Bueno, Buck no se hubiera esforzado demasiado en su vestimenta de no ser por Natasha que lo obligó a estar "presentable".

Vestía un pulcro traje verde tipo militar por sugerencia de Sam.
Pero llevaba guantes de cuero negro que escondían un pequeño inconveniente...

Y no es que le hayan regresado la caja vacía a Steve porque el anillo se quedó atorado en el metálico dedo de James, claro que no...

—Hey, Estamos bien, Viss— Dijo el castaño, la pelirroja abrazó cariñosamente al androide y Bucky debe esperar su turno, observando las muecas tiernas de Nat entrar en acción —Muy guapo, Viss, si Wanda te ve así se enamora!—

—Siempre tan alagadora, señorita Romanoff.— Respondió Visión regresandole el abrazo —El Señor Steven está adentro— le informó
—¿¡Ya llegó!?— Natasha Ya no escuchó al androide pues echó a correr la interior del apartamento.

Bucky rió por lo bajo, devolviendo la mirada a Visión quien lo mira con una mueca entre tristeza y cariño.

Visión le estrechó la mano cuando derrepente llegó Tony con un elegante traje negro con toques dorados

—Copito! Hace tiempo que no te veía por aquí— lo abrazó por los hombros mientras Buck sonríe por la calidez del menor. En los últimos dos años su relación con el castaño mejoró completamente.
—Te extrañé mucho. Créeme, que Steven traiga a la zorra de su novia hace que me salgan canas verdes—

Buck abrió los ojos de par en par. Si bien sí era normal escuchar a Tony insultar a alguien, no era normal que insultara a la novia del capitán, ellos parecían llevarse muy bien.

—¿Qué? ¿dije algo malo?-Stark rió- Si es por lo de "zorra", lo siento... Ya sabes, no suelo retener verdades

—P-pero... Yo creí...

—Las sorpresas llegan en el momento menos esperado, Copito— Le dió dos golpes suaves en el hombro.

Buck caminó hacia el interior del apartamento dejando a Stark atrás, pero la voz de este le hizo voltear

—Cuida al capitán,¿si? No dejes que caiga en las manos equivocadas

El ojiazul asiente decidido —No pasará—

—Espero que todo salga bien— murmura para si mismo mientras se dirige a la boca del lobo, ocultando sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, casi temblando cuando comienza a escuchar las voces de varias personas en el salón.

Estaba preparado, solo no podía echarse atrás.

—James!— El grito de Sam causa que todas las miradas se posen en él. Incluidas la de Steve y la de Sharon, su novia.
—Hombre ya te estabas tardando, anciano

Pero Bucky no reacciona. Se queda mirando a Steve quien portaba un uniforme igual al de él, joder, ¿Acaso ese hombre no se cansa de ser tan apuesto? Ese traje le quedaba tan malditamente bien. Debe pestañear unas cuantas veces para volver a la realidad y no dejar a Sam con la palabra en la boca.

—Estaba estacionando el carro, lo siento.—

—Bueno, ahora que llegó Buck, creo que ya podemos cenar— Bruce habla luego de segundos en completo silencio, abrazando por la cintura a Nat que se ve encantada.
La traviesa chica no deja de morder juguetonamente el hombro de su chico como si de un pequeño cachorro se tratase— Tengo hambre —

Todos se dirigen a la mesa luego de estar de acuerdo, Buck sintiedo una pesada mirada caer sobre su cuerpo. Decide ignorarlo la igual que a esa pequeña esperanza de que sea Steve. Pero sabe que el rubio está lo suficientemente ocupado escuchando lo que dice su irritante novia.

Así que solo se sienta en una silla al azar, medio decaído y medio aburrido. Solo desea que Nat tenga todo preparado para irse lo mas rápido posible y que la colonia de Steve no siga metiéndose en su sistema, atentando contra su uso de razón.

—Me alegra que todos estén aquí presentes— Steve habla, una vez que Sam termina de posicionarse en su asiento —Esto es muy importante para mi...

James sabe lo que viene. Así que solo sonríe, disimulando perfectamente la tristeza que lo invade.
Disimulando como su mundo entero se caía en pedazos a medida que pasaba el tiempo.

—Antes de que Visión traiga la cena, yo quiero decir algo— viendo como Steve rebusca algo en sus bolsillos, nervioso. Causando la risa de todos, menos las de Buck, quien solo sonríe, ecompletamente estático. — E-esperen, sé que la tengo por aquí... ¡Oh! ¡Aquí está!.

No se sorprende. La cajita está allí. Está ahí como el jadeo de sorpresa que sale de los labios de la rubia, quien tapa sus boca con emoción.

—Pensaba  hacerlo mas romántico, pero soy un asco con eso. Me basta con que las personas que mas amo en mi vida... —Su mirada se detuvo en Bucky un par de segundos— Estén aquí, conmigo.

Todos guardan silencio cuando Steve se arrodilla en frente de la muchacha, mostrando una expresión de felicidad inédita.

—Así que sin rodeos...— tomó un respiro, abriendo la caja en su dirección— Sharon... ¿Te casarías conm-

Y se escuchó un ladrido. Seguido de otro y otro mas. Acoplándose con la aparición de una horda de cachorritos corriendo en dirección de Steve.

—¡ESTAMPIDA DE PERRITOS!— Bucky no tiene que adivinar de quién ha sido la idea, pues se trata de la misma persona que ha gritado exageradamente levantándose de su asiento y tomando la mano de Bruce dispuesta a correr. — ¡TODOS CORRAN POR SUS VIDAS!—

Pero nadie corre. En realidad, solo pueden reír porque todos los cachorros han terminado encima de Steve tirándolo, y con ello causando que la cajita salga volando y termine en el regazo de la rubia.

Quien ve el contenido, con sus cejas en alto.

—Está vacía

El plan ha sido un fracaso. James maldice en silencio a Natasha, pero no la culparía, no ahora que estaban en problemas

—¿V-vacía?— Rogers murmura, tratando de levantarse, apartando con cuidado a los cachorros que se encontraban en su regazo.
Debe resistir pues es un gran amante de los animales. Pero la simple mención de la cajita es suficiente para llamar su atención. —Pero si...

—Está vacía, mira— le muestra la caja, notablemente molesta— ¡¿Pensabas regalarme la nada misma, o qué?!

Bucky se levanta en silencio, evitando mirar en otra dirección que no sea la salida. —Cuando llegue a casa me arrancaré el maldito dedo— murmura para si mismo

Se sentía del asco.