Sí Vis Pacem Para Bellum (Alejandro)

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Yo quedé con mis amigos a las seis, pero no había ni rastro de Eddie, Andrea y los demás irían viniendo más tarde al chupinazo, Ana con sus amigos y pichón y Juan estarían más tarde con nosotros. Estuvimos horas, hablamos, bebimos, disfrutamos, bailamos, ya que hasta las doce no aparecía Andrea, pichón y Ana empezaron a hablar, los dejé sólos y busque a Juan.
Cuando lo encontré me dijo que me tenía que ir a las doce, con Andrea y me dijo:
"Uy qué cosas vais ha hacer"
"No vamos ha hacer nada, ella tiene los mismos gusto que yo en el sentido de que nos guste alguien, a ella también le gustan las chicas, ¿Entiendes a lo que me refiero?".
"A bueno entonces que lo pases bien, supongo".
"En fin, Juan espero que tú también".
Cuando me empecé a alejar porque eran cerca de las doce comenzó a sonar el teléfono:
"Lo siento, he tenido unas semanas un poco difíciles, ya sabes dónde te espero, no hagas que muera nadie más anda te lo pido por favor, ah y aquí hay una persona que no ves desde hace un par de meses, lo siento no puede hablar está con la boca tapada, pero yo sí nos vemos".
Eran las doce y vi a Andrea preciosa y le dije:
"Me gusta tu look"
"Gracias, por cierto cómo piensas ir si ya no pasan buses"
"Tranquila se supone que no puedo montar en moto, pero si la policía está ciega, que lo esté para todo".
"Espera no tienes el carné, pero si la moto".
"Eso es confía en mí, no voy a tener ningún accidente, así que ponte el casco y vamos".
Después de eso fuimos al lugar indicado.

El Cuento De Las Mentiras: Condenados Los MaldecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora