Entusiasmada corrí por el pasillo, como no acompañada e mi mejor amiga, Nerea. Era el último día de clase, el día de las notas, el día en el que empezábamos a disfrutar nuestra libertad durante todo el verano.
Hoy es ese día tan esperado en el que veías que todo tu esfuerzo habría merecido la pena. Después de todo el revoltijo de notas, despedidas y actuaciones para despedir el curso todos esperábamos ansiosos la llegada de la noche para poder reunirnos en la gran fiesta, la cual era una tradición en mi pueblo.
Así que en cuanto pudimos nos marchamos salimos corriendo del colegio para hablar en una pequeña plaza que había al lado del colegio y concretar los detalles de la noche.
Nerea y yo decidimos que sería mas divertido prepararnos juntas, así que decidimos quedar en mi casa y luego una vez listas ir andando a la fiesta, ya que se celebraba al lado de mi casa.
Y aunque nos costo convencer a los padres de Nerea al final lo conseguimos y Nerea se quedaría a dormir conmigo, porque después no la volvería a ver hasta que finalizara el verano.
Yo estaba contenta, había acabado el curso y estaba decidiendo que ponerme para la fiesta, me pase toda la tarde probándome cosas pero ninguna era adecuada para este gran día, si pensareis que es una exageración pero es que en mi pueblo esta fiesta se vive de una manera increíble, mis padres se conocieron en esa fiesta hace hace unos veinte años y desde aquella han sido dos babosos enamorados, no es que no me guste es simplemente que no creo del todo en el amor, podéis pensar que estoy loca pero como dice mi amigo Marcus, “La mejor forma de que no te rompan el corazón , es fingir que no tienes”, puede sonar brusco por así decirlo pero … creo que tiene toda la razón.. bueno volviendo al tema …
Seguí probándome ropa hasta que lo vi, vi ese precioso vestido azul eléctrico colgado en una percha, supe al instante que eso haba sido cosa de mi madre así que cogí el vestido y baje enseguida al salón a agradecérselo. El vestido era de tirantes llevaba una especie de cinturón negro de la misma tela que el vestido y tenia bolsillos que casi no se veían lo cual me encantaba. Era muy simple y eso es lo que lo hacia perfecto. Decidí que me lo pondría con un collar negro con pequeños adornos azules, y como no mis fieles vans negras, quizás no sea lo que mejor quede pero queda bien y es mejor que matarse con unos tacones.
Estaba impaciente por que llegara Nerea, así podríamos prepararnos y la noche empezaría, y de repente suena el timbre, corrí hacia la puerta para abrirle a mi amiga, pero para mi desgracia era un vendedor, realmente creo que le asuste con mi caras, mi mirada le lanzaba puñales, sin decir palabra dio media vuelta y se marcho cuando cerré la puerta no pude evitar reírme ante lo que acababa de suceder. Y de nuevo volvió a sonar el timbre esta vez si que era mi querida y esperada amiga.
Lo primero que hizo mi amiga fue pedirme un vaso de agua, así que fuimos a la cocina a beber
-Ya sabes que te pondrás?
-Por favor,Nerea, ni que no me conozcas jajaja
-jajja si la verdad vaya pregunta mas tonta...
-Ven te lo enseñare
Nada mas ver el vestido se quedo boquiabierta
-Me encanta!-dijo mientras observaba cada detalle de mi precioso vestido.-La verdad es que te pega mucho, fijo que te quedara genial
-es espero..bueno y tu? Que te vas a poner ?
Para responder a mi pregunta saco de su bolsa un vestido de palabra de honor, era de color negro con pequeños detalles amarillos era precioso.
-wuau, es precioso!
Sin retrasarnos mas empezamos a maquillarnos, peinarnos, vestirnos... después de dos horas se podría decir que estábamos perfectas pero faltaba pasar el visto bueno de mi madre y que nos diera unos últimos retoques. Después de eso recogimos un poco y nos fuimos directas a la fiesta.
Allí nos encontramos con todos nuestros amigos y enseguida empezamos a bailar y a pasarlo en grande.
Llevaba un rato notando que alguien me observaba, en concreto un chico, no le di importancia dado que pensé que lo mas probable es que realmente mirara a Nerea ella si era guapa, tenia una estatura normal para su edad, rubia de pelo largo y muy segura de si misma, estaba claro que se fijaría en ella y no en una chica bajita de pelo liso moreno, que no tenia nada interesante que contar.
En mi pueblo era costumbre que un chico sacara a bailar a una chica, mientras la orquesta tocaba una canción romántica. Todos los chicos morían por bailar con Nerea, yo solía bailar con Marcus dado que ninguno solía tener muchos pretendientes, bueno en realidad Marcus si solía tener pretendientas pero nunca las aceptaba, el prefería seguir fingiendo que no tenia corazón, pero solo en el sentido romántico. Pero por desgracia había desaparecido hace un buen rato.
Y llego el momento, empieza a sonar la canción, en concreto “Give me love” de Ed Sheeran, me encantaba esa canción pero Marcus no estaba así que me apartaría en mientras las parejas la bailaban.
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El niño de mis ojos.
Teen FictionLlega el día tan esperado de Alice, la fiesta del pueblo. Alice es una quinceañera que no cree en el amor, pero nunca digas nunca... Historia registrada, queda totalmente prohibido copiar total o parcialmente esta historia registrada en Safe Creati...