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Entendí de inmediato de quien se refería y fui a mi habitación sin hacer mucho ruido, pero fue totalmente en vano.

-¡Hija! - dice mi mamá, me di vuelta y la vi con el agarrándola de la cintura, juro que cuando lo vi me di cuenta que era el chico de ayer en el bar- el es Pedro, Pedro - lo miró a el - ella es mi hija Cristina.

-hola - sonreí falsamente.

-hola, si no me equivoco te conozco de alguna parte - me miró raro.

-mm.. no creo, no te e visto antes - dije haciéndome la desentendida- bueno.. me voy a cambiar.

Seguí caminando hasta mi habitación y me empecé a desvestir, y me puse algo simple, un buzo negro grande y un pantalón a cuadros.

Bajé y encontré con mi mamá chapando muy profundo, y cundo digo profundo, juro que es profundo.

Pero de la nada el tal "Pedro" abrió sus ojos y me miró directo a los ojos, que asco que me da este pibe por dios.

-que pasa Cristi - dijo el rubio, separándose de el re chape.

-nada, ¿por? - dije seria.

-¿no crees que estás mirando mucho? -

-hay amor, deja de pelear con mi niñita - vino y agarró mis cachetes.

-mamá

-que

-¿podes soltarme? En un rato viene el Mati.

-¿tu novio? - dijo el rubio metiéndose en la conversación.

-no te debería importar - lo mire con desprecio.

- Cristina, no seas mala con el, solo te hizo una pregunta.

A decir verdad, me caía mal el tal Pedro, pero deje de darle importancia cuando escuché unos sonidos que venían de la puerta, me fui a fijar y era el Mati, que miedo.

-hola - dijo el dándome un beso en mis labios .

-hola- sonreí falsamente.

Me hice a un lado así pasara y nos dirigimos a donde recién estábamos

Ellos se saludaron amablemente, y el Mati me miró raro, algo que me causo un poco de gracia.

-hija pongan la mesa que ya está la comida habló mi mamá.

Pusimos la mesa con mi novio y nos sentamos a comer, había un ambiente muy tenso, nadie se dirigía ninguna palabra hasta que el insoportable de el novio de mi mamá habló.

-te salió muy rico amor- habló el banana este

La verdad me molestaba que le dijera así, es muy estúpido este pibe por Dios.

-gracias - dijo mi mamá

Terminamos de comer y agarré valor para ir a mi habitación y decirle todo de una.

-Mati - le dije - vamos a mi habitación.

-ey - dijo el Pedro "que pibe secamente" pense- no vallan a hacer algo que yo no haría - terminó por decir y se río

-¿se supone que me tengo que reír? - pregunté mirándolo de mala manera.

-bue' que malhumorada

-vamos- le dije a el Mati

Subimos las escaleras y me tire en mi cama suspirando pesadamente.

-¿y ese suspiro?

-tenemos que hablar - dije segura y seria

-Si yo te tengo que decir algo importante - dijo medio serio

-bien empezá vos

-las mujeres primero, no creo que sea tan importante - dijo serio

-es importante - dije mirando para un costado

-bueno... Espera que respire - respiró hondo - te vas a enojar pero... Te estuve engañando durante una semana y seguramente terminemos nuestra relación y..-no lo dejé terminar

-¡QUE! - abrí los ojos como plato -¿que hiciste que?

Se quedó callado

-¿no sabés que? - me miró directo a los ojos- estaba por decirte que nos tomáramos un tiempo, pero ni siquiera eso, encima tenés el descaro de venir a mi casa a comer - dije exaltada

-perdón

-¿me haces un favor?

-¿me voy?

-ahora sos adivina, y si retirate de mi casa, y no me busques por favor.

Se paró y abrió la puerta

-ojalá me puedas perdonar mis errores - dijo por último y cerró la puerta

Rompió en llanto al enterarse lo que lo que el le había dicho, no lo podía creer, se dio cuenta que no podía confiar en nadie, estaba por terminar con el, y tuvo el descaro de andar con otra piba, sentía su pecho apretarse, no sabía que algún día la podía cagar de esa forma, una parte de su alma se caía, por que sabía que estaba a punto de darse un tiempo, pero volvería, sin embargo el se dedicó a arruinar todo.

No podía dejar de llorar por lo que acababa de suceder, se recostó nuevamente en su cama, sus ojos le ardían por pasar sus manos muy seguidas por sus ojos para secar sus lágrimas.

Sintió como alguien toco la puerta y se fue a abrir y vio a su mamá, quien le traía un poco de ensalada de frutas.

-¿que pasó hija? - dijo entrando a su habitación, dejando el vaso en la mesa de luz.

-mamá - habló temblando - me puso los cuernos - dijo volviendo a llorar.

-hay hija - la abrazó

Su madre la estuvo consolando por bastante tiempo, bueno para ser exactos toda la tarde.

Se sentía mal, decidió llamar a su amiga Juli para que viniera y contarle todo.

-mamá - dijo secando sus lágrimas - necesito un poco de espacio, no quiero sonar mal.. Pero ¿te podes ir?.

-claro mi amor - besó su frente, escuchó a alguien apoyarse en el marco de su puerta y si, efectivamente era el mismo de siempre, ¿quien más iba a ser?

-aaaah, que pasó - dijo el sonriendo burlesco.

-Pedro amor, le acaban de poner los cuernos, no está bien.

Vio como el se reía y la miraba con gracia, a decir verdad, no le dio importancia era un pibe re inmaduro.

-perdón que pregunte pero ¿quien te llamó?- lo miró de mala manera

-nadie, nada más vine a buscar a tu mamá - sonrió pervertidamente y ganador

¿quien se creía? No lo sabía, pero le quedaba en claro que era sexy pero nada más que eso.
¿Acaso se estaba volviendo loca?, pues tampoco sabía.
No era su tipo solo era atractivo y nada más.

-ya voy - le dijo su madre a el recién nombrado, el la miró por ultima vez y se río para después irse- hija te dejo - besó su frente

-bueno, ah puede que venga la juli - dijo media cansada










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