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-¿que te pasa loca de mierda? - dijo tocando su cabeza por el golpe que recibió.

-pe.. perdón, pensé que eras un ladrón o algo así.
-¿un ladrón? Jajaja... No se si tu mamá te dijo, pero me quedo a vivir con ustedes - sonrió aún tocando su cabeza, lo miró confundida sin saber que decir.

-te está saliendo sangre - dijo asustada.

-¿que mierda hiciste? - dijo viendo la sangre caer por su hombro

-yo.. Ya vengo - corrió a el baño a traer el botiquín de primeros auxilios, volvió a donde estaba el y lo encontró sentado en el suelo con su mano en la lastimadura- dejá que te cure.

-es lo mínimo que podes hacer

Se quedó callada, no tenía ganas de pelear con alguien que apenas conocía.
Se puso a sacar los pelos que tenía la lastimadura, y agradeció a el destino que no fue tan profunda la lastimadura.
Terminó poniendo una gasa donde estaba la herida y un poco de cinta.

-listo - empezó a guardar todo en la caja

-gracias - dijo sin ganas.

Le parecía una chica linda, por lo menos alguien de su edad, la verdad no le gustaba su mamá, solo la quería para sacarle un poco de dinero y nada más.
Lamentaba hacer eso con las personas, pero era en lo único que podía hacer por el momento.
Solo quería divertirse un poco con la gente, nada importante al menos para el.

Mientras tanto Cristina, se le venía cada dos por tres a Matías, no se lo podía sacar de la cabeza, y creía que tampoco lo haría, era muy pronto para olvidarse de el, y así de repentino, estaba cansada por la experiencia que tuvo con su amiga, solo tenía ganas de dormir y relajarse un poco.

Recordó de inmediato que tenía que limpiar la herida, se fue al baño rápidamente y desató el pedazo de tela de su pierna.
Hizo un gesto de dolor cuando vio la lastimadura.

Se empezó a curar con agua oxigenada, y agua normal, o al menos para ella siempre esa era la solución.

-yo si fuera vos no haría eso- dijo Pedro apoyado en el marco de la puerta

-pero no sos ya, así que por favor dejame - sonrió irónica.

El solo se dedicó a sonreír de lado, e ir a buscar a su mochila el famoso rifamicina, era lo que el usaba para cuando se hacía un piercing, o cualquier cosa, era la mejor solución.

Ella solo se puso una gasa y un poco de cinta, vio como el vino nuevamente pero con algo en manos.

-parece que ahora hablo en ruso - se cruzó de brazos

-tratemos de llevarnos bien ¿te parece?, nada más te quiero ayudar.

-pero yo no te pedí que me ayudaras.

-vos me das la mano y yo a vos soy así Rita - sonrió por su apodo- ahora sacate esa gasa horrible que te pusiste - ordenó abriendo la crema que trajo.

Ella sacó con cuidado la gasa y vio como el le entregaba la crema, hizo un gesto de "no entiendo lo que está pasando".

-¿necesitas ayuda para ponerte una crema? ¿o que? - rodó los ojos y se puso en la lastimadura.

-me duele

-y si, es obvio que no te va a hacer cosquillas- sonrió sarcástico.

-hay.. me caes muy mal, vos mismo dijiste que querías que nos lleváramos bien y vos mismo sos el que lo arruina todo - el sonrió sin despegar su mirada con  de los ojos de ella.

-¿que pasó con tu novio?

-nada... cortamos - dijo sin interés lavando sus manos.

-que interesante, ¿puedo saber el por que?

-por que es re imbécil y sale con alguien más cuando está o estaba con migo, por eso ¿algo más?

-perdón.. no sabía

-es que tampoco tenés por que saberlo- salió del baño cansada de tantas mierdas que le habían pasado, le parecía insoportable el hecho de que el le hiciera tantas preguntas sin siquiera saber ni la mitad de su vida, y aparte no estaba todo muy bien acababa de terminar una relación larga, que hasta ella misma se juraba amor eterno, pero en ese transcurso de pensamientos, se dio cuenta de que el amor eterno en verdad no existe, el amor al fin y al cabo se termina acabando queramos o no, lo que supuso fue para ella bastante obvio que hasta en menos de un segundo se convenció de que definitivamente todo era malo después de todo.

Lo miró de un lado positivo y dijo algo que tal vez le servía para superar su relación más rápido.

-de que sirve enamorarse, si después de unos años terminas preñada y eres consciente de que tienes un hijo, pero apa un día te levantas a las siete de la mañana un jueves y dices, mira que loco se me pasó el amor.

Dijo para si misma, en ese momento su lógica fue esa, el amor es un metabolismo que usa el ser humano para vivir por que penosamente no podemos vivir sin el, es una de las principales cosas del ser humano, decimos mentiras para que duela menos, por que sabemos perfectamente que la verdad duele más que una bala en el pecho.

Salió una lágrima de su ojo, la cual sacó con su mano, tenía mucho sueño por su aventura con su amiga y por todo el día de mierda que tuvo, fue cerrando sus ojos lentamente hasta caer en un plácido sueño que pareciera que el tiempo se hubiera detenido por un buen rato para que ella estuviera tranquila.

Después de un largo rato, unos sonidos proviniendo de su puerta la despertaron.

-¿quien es?

-¿quien más está con vos? - dijo sarcástico - te llaman de tu celular

Como podía haber dejado su celular con el, no lo podía creer, se sentía estúpida, abrió la puerta de par en par, sacó su celular de sus manos y vio que era su jefa, ya sabía que iba a pasar al atender su número.

-hola- contestó el celular sabiendo las posibles palabras que iba a recibir.










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