Los ojos azules brillaban intensamente y los colmillos afilados destacaban entre todos los demás dientes de una forma amenazadora, dándole el mensaje al alfa frente suyo que no le importaba arrancarle la garganta de una mordida.
Taehyung entendió rápidamente el mensaje, dando unos pasos atrás, pero solo hizo que el Omega soltara un gruñido y avanzara un paso hacia el otro. El Alfa levantó un poco sus brazos dándole a entender que era inofensivo y no tenía pensado atacar ni a él ni al cachorro.
Aunque eso no pareció funcionar ya que Jungkook acercó lentamente al de cabellos rubios, completamente controlado por su instinto Omega ante el posible peligro que corría el cachorro.
Claro que Taehyung no tenía intenciones de lastimarlo, pero se notaba a millas que su confianza hacia el rubio era nula.
Intentó dar otro paso atrás, pero solo causó que Jungkook se alterara más de lo que ya estaba.
"Kook..." Susurró. "Tranquilo, no le haré nada a Mingguk"
El Omega soltó una mezcla entre un chillido y un gruñido ante la simple mención del nombre de su cachorro.
Ahí es cuando Taehyung se di cuenta que aparte del enojo, el pelinegro tenía miedo y angustia.
"No sería capaz de hacerle nada, ni a él ni a ti"
Había dicho esas palabras con tanta tranquilidad y sinceridad que hizo que el de ojos azules se quedara quieto ante las palabras del Alfa, analizándolo de arriba a abajo con la mirada, incluso por unos segundos el fuerte color de sus ojos volvió a su característico negro.
Estuvieron alrededor de un minuto sosteniéndose la mirada, hasta que los pequeños quejidos de Mingguk resonaron por toda la habitación.
Tanto como los padres y el cachorro tenían un lazo familiar, por lo que el pequeño Gguk sintió a través de ese lazo todos los sentimientos mezclados de su papi, haciéndolo llorar.
Jungkook actuó rápidamente ante el instinto, corriendo a socorrer a su cachorro. Le dolía en el alma escucharlo llorar.
Claro, aun así, no olvidó darle el último gruñido a la otra persona que estaba en la habitación.Taehyung usó la distracción del Omega para salir lentamente del lugar. Cuando por fin estuvo fuera, se apoyó en la pared y soltó todo el aire retenido en sus pulmones. En verdad sintió que Jungkook lo atacaría sin ninguna compasión.
De cierta forma había sigo su culpa al entrar sin permiso y tratar de tocar a Mingguk sin autorización del Omega. Se disculparía por la mañana, ya cuando el chico estuviera más calmado.
"Si, me disculpare mañana" Susurró y seguido soltó un largo suspiro.
Sin más, volvió a tomar el camino hacia su habitación.
Pero gracias a eso, no alcanzó a escuchar el llanto del Omega quien se abrazaba fuertemente de su cachorro.
[...]
Eran las 6 de la mañana cuando unos ojos grandes se asomaron por la puerta de la habitación para ver si no había nadie despierto todavía. Al no ver a nadie a simple vista, Jungkook sacó su cabeza para inspeccionar mejor el perímetro.
Al ver que los dueños del departamento aún seguían en sus dulces sueños, abrió la puerta por completo, dejando ver esta vez que llevaba en brazos a Ggukkie —apodo dado por el pelirosa— quien también estaba atrapado por el mundo de los sueños.
En su hombro derecho llevaba un bolso de tamaño mediano con un poco de ropa que Jimin le había dado para el cachorro.
No le agradaba la idea irse sin despedirse del otro Omega, pero necesitaba llegar a su destino lo más antes posible y aquellos tratarían de frenarlo.
Por lo que había dejado una pequeña nota en la habitación donde había dormido agradeciendo su hospitalidad y que no se preocuparan por nada.
Cerró cuidadosamente la puerta tratando de no hacer ruido y cuando dio el primer paso soltó un casi inaudible jadeo al sentir malestar.
Su tobillo aún no había sanado del todo, un pequeño dolor aún se aparecía en cuando apoyaba el pie, pero no era nada que no pudiera aguantar.
Acomodó mejor al cachorro entre sus brazos y sin dudar tomó camino a la puerta principal.
Antes de salir, se aseguró tener las pocas cosas que había traído desde un principio, preocupándose cuando no encontró su cartera a simple vista. Para su suerte solo había estado debajo de una de las prendas que llevaba en el bolso.
Quitó cada uno de los candados que mantenía cerrada la puerta y cuando ninguno estaba bloqueándolo, tomó aire y abrió la puerta dejando ver el elegante pasillo del edificio.
Rápidamente cerró la puerta y con pasos apresurados recorrió el camino que recordaba haber pasado el día anterior con Taehyung hasta dar con la recepción del lugar.
Estaba a punto de cruzar la gran puerta del edificio para salir de una vez por todas, pero algo lo hizo detener por completo.
Justo al otro lado de la calle había una camioneta blanca estacionada y a lado de ella estaba un hombre hablando con otro que de seguro iba pasando por el lugar.
El reconocía esa camioneta muy bien.
¿Cómo es que lo habían encontrado?
Empezó a sentirse mal y la respiración empezaba a fallarle, estaba entrando en pánico.
Se aferró al Mingguk para tratar de oler el característico olor de bebé que cargaba su cachorro, tramando de calmarse.No quería que lo vieran, no querían que lo llevaran a ese lugar, no quería que...
Dio un brinco del susto al sentir una mano en su hombro, volteó hacía atrás rápida y completamente asustado pensando que era su fin.
"¿Jungkook?"
Pero lo que no se esperaba era ver a Taehyung.
—luvckyun
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the only 承 taekook [Cancelada]
FanfictionLos estudios aseguran que nacen un promedio de 180 bebés por minuto al rededor del todo el mundo. O eso era hace 10 años atrás. Los bebés dejaron de nacer misteriosamente, ningún Alfa, Beta u Omega podía engendrar. Se estaban extinguiendo. Bueno, o...