Nine

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"Tú puedes hacerlo, eres Kim Taehyung"

Taehyung se mordía las uñas mientras daba vueltas alrededor de una puerta de color blanco, decidiendo si entrar de una vez por todas o salir huyendo con la cola entre las patas.

La segunda opción sonaba muy tentadora.

Habían pasado tres días desde que corrieron a pedirle ayuda a Seokjin. Al parecer la fiebre de Mingguk había sido causada por estar tanto tiempo expuesto en el clima fresco.
Realmente no fue mucho, pero siendo éste un bebé recién nacido le afectó de más al no tener sus defensas desarrolladas.

Por suerte el alfa los había encontrado a tiempo o si no hubiera sido mucho peor.

Tres días donde se habían auto invitado a la casa del estudiante de medicina, pues Jungkook se tuvo que quedar para tener en observación al cachorro, Jimin no podía dejarlo solo con Seokjin y Taehyung no podía dejar a Jimin con su ex.
Al mayor parecía no importarle.

También habían sido tres días donde Taehyung se había quemado el cerebro tratando de encontrar una forma de hablar con el Omega sin llegar a alterarlo.

Aún quería disculparse por lo sucedido anteriormente, ya lo había hecho, pero sabía que Jungkook no le había prestado atención al estar distraído cuando Mingguk había enfermado.

No sabía si realmente el pelinegro lo odiaba, pero él quería disculparse, no era un salvaje. Y era justo lo que estaba tratando de hacer.

Aunque toda esa valentía que sintió unos minutos atrás se había esfumado.

Se acercó lentamente a la puerta de madera y se pegó lo más que pudo a esta, tratando de escuchar algo. Sabía que estaba haciendo mal pero el chico tenía rato dentro de la habitación y no se escuchaba ningún tipo de ruido.
Estuvo alrededor de un minuto con la oreja pegada en el pedazo de madera tratando de usar su super oído que la señora luna le había proporcionado, pero aun así nada.

"Tal vez está dormido... Sí, debe ser eso"

Cuando estaba por darse por vencido, esta vez sí pudo escuchar un ruido provenir de la habitación.

"Auch"

Congeló el primer paso que había estado a punto de dar y como si fuera la niña del exorcista volteó la cabeza a la dirección de la puerta de madera.
Lo que pasó después ni siquiera lo pensó por la preocupación, rápidamente tomó la manija y la volteó para que la puerta se abriera.

Lo primero que vio fue a Jungkook mirándolo con ojos completamente abiertos de la impresión, lo segundo que vio fue que en los brazos del Omega se encontraba el cachorro tomando con su pequeña boca uno de los pezones del pecho descubierto del pelinegro.

Ah, había olvidado que los Omegas varones también podían lactar.

Ya se le hacía raro que nunca había visto darle algo de comer a Mingguk.

"¿T-taehyung?" Habló el menor mientras hacía una cara de molestar al sentir que su hijo succionaba de más.

Era doloroso.

"Yo... ¡Lo siento!" El Alfa cerró sus ojos. "¡No sabía que estabas alimentado a Mingguk, lo siento!"

Con cuidado despegó al cachorro de su pecho y bajó la camiseta que se había puesto esa mañana. Jimin le había prestado algunas y él realmente estaba muy agradecido.

"Uhm, ya puedes abrir los ojos si quieres" Apoyó la cabecita de Mingguk en su hombro y empezó a sobarle la espalda, así como había visto que su tía lo hacía con su primo cuando Jungkook tenía siete años.

the only 承 taekook [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora