"-Ella es Harley Shepard de Manhattan, New York, ha anotado más goles en la temporada pasada que la mayoría de los equipos profesionales- "
En donde Harley ha ganado más que la oportunidad de formar parte del equipo juvenil de Hockey de U.S.A
Adam...
Miss. McKay debió de sentirse tan mal por vernos tan cansados que nos dejó tomarnos el día libre, sin clases ni entrenamientos. Todo el equipo fue a sus habitaciones y utilizamos el tiempo para reponer energía.
Entrada la tarde Connie, Julie y yo bajamos a buscar algo de comer, en la sala se encontraba Adam aun con la cara adormilada, me acerque y le di un beso en la mejilla –chicos, ¿quieren un sándwich?- nos preguntó Julie, -Si, por favor- le dijo Adam mientras se acomodaba en el sofá, fruncí el ceño -¿estás bien?- le pregunte, Adam fingió una sonrisa –Estoy perfectamente, Cariño- me aseguro pero yo le conocía –No me mientas-.
Rodo los ojos con molestia -¡Estoy bien!- me contesto a la defensiva.
-¿es tu muñeca, verdad?- le dije mientras me acercaba intentando examinar su muñeca, -¡por Dios, Harley! Te he dicho que estoy perfectamente ¿Por qué no pude dejarlo así?- se levantó rápidamente del sofá.
-Adam, soy tu novia, se supone que debo preocuparme por ti- le conteste tranquilamente.
-¡Entonces no estoy muy seguro de querer tener una novia!- me grito, pero cuando se dio cuenta de lo que había dicho, su mirada se suavizo –Harley...Escucha- intento acercarse a mí pero me encogí de hombros mientras caminaba en dirección a las escaleras, -Entonces es una suerte que ya no la tengas- le susurre y volví a mi cuarto.
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Sabía que no podía quedarme para siempre en mi habitación, mis amigas se turnaban para venir a ver cómo me encontraba, la verdad era que no sabía cómo sentirme, en un momento estábamos perfectamente y al siguiente estaba echándome cosas en cara por preocuparme por él, no estaba triste sino decepcionada.
Julie me trajo la cena, estaba hambrienta -¿quieres hablar de eso?- me pregunto Connie con voz suave, esperando que me quebrara en cualquier momento –No voy a soltarme a llorar- les asegure a mis amigas y seguí comiendo.
(...)
Teníamos un partido contra Alemania esa misma tarde y no sabíamos nada sobre Bombay, nos encontrábamos afuera haciendo ejercicio -¿Qué dicen si nos retiramos?- nos dijo Golbert con voz cansada.
-Golbert, amigo, estoy tan cansado que ni siquiera puedo pensar en retirarme - le dijo Dwayne y unos cuantos reímos -¡Venga, Chicos! Debemos de mantenernos en forma- les dije con una sonrisa.
-Habla por ti, Cariño- me dijo Dean bromeando, antes de que pudiera contestarle, Adam empujo a Dean -¡su nombre es Harley, no cariño!- ambos comenzaron una pelea y después de unos segundos todos nos encontrábamos gritando, no éramos nosotros los que hablábamos, era el estrés y el miedo que teníamos acumulados.
-¡Estoy Cansado de ver al equipo U.S.A siendo representado por un montón de bebés!- todos volteamos buscando al chico que había dicho eso.
Era el mismo que solía gritarnos tonterías en todos los partidos, Jesse lo odiaba. Tuvimos una corta charla con él y nos invitó a jugar "Street hockey" con sus amigos, como no teníamos nada mejor que hacer accedimos.
Los amigos de Russ eran verdaderamente buenos, nos dieron muchísimos consejos. Había pasado un rato desde que nos divertíamos jugando al Hockey, para el final del día, cuando el autobús vino por nosotros todos teníamos una sonrisa en el rostro, prometimos que volveríamos a visitarlos.
-¡Eso ha sido divertido!- les dije a mis amigos mientras me sentaba junto a Luis y chocamos los cinco -¿Estas lista para el partido?- me pregunto mi amigo –Nací lista- le dije. -¡Hey! Esa frase es mía- escuchamos el grito de Charlie desde el fondo del autobús, Luis y yo nos reímos una vez más. Me gire para decirle algo a Connie pero me encontré con Adam mirándome, rápidamente aparte la mirada y sentí mi corazón latir rápidamente.
(...)
Faltaban menos de quince minutos para que empezara el partido y el Coach Bombay no aparecía, comenzaba a sentir los nervios y no podía correr a tomarle la mano a Adam -¡tendremos un gran partido! ¿Dónde está Bombay?- nos preguntó Tibbles desde las gradas, rodé los ojos con molestia –Usted díganos- le conteste.
-Sin el entrenador no podrán jugar- nos explicó el réferi -¡Usted no puede hacer eso!- le grito Adam.
Intercambie miradas con Charlie –Pero si tenemos un entrenador, la coach McKay ¿verdad, Charlie?- mi amigo patino rápidamente hasta donde se encontraba nuestra tutora, intercambiaron un par de palabras hasta que escuchamos el grito de nuestra nueva coach -¿Qué esperan? ¿Qué el hielo se congele?- todos celebramos y tomamos nuestra posición
Volvíamos a ser los mismos, estábamos dominando el partido pero lo más importante, estábamos divirtiéndonos, casi para iniciar el tercer periodo escuche un extraño sonido desde el público, cada vez se hacía más fuerte, cuando voltee me encontré con el entrenador llegando a las bancas -¡No le tomen importancia!- nos dijo Jesse, el sonido era cada vez más insistente -¡Vamos Jesse! Es nuestro entrenador- le pedí.
-Va a pedirnos perdón y luego volverá a echarlo a perder- dijo en tono cansado pero cuando Bombay pidió tiempo fuera Jesse fue el primero en patinar en su dirección, no podía ocultar lo mucho que extrañaba a su entrenador.
-Equipo... Chicos, sé que no me he comportado como debería pero el equipo es lo más importante para mí, estoy devuelta chicos, se los prometo- le sonreí al coach y le apreté la mano con cariño –Me alegra tenerlo de vuelta- todos comenzamos a aplaudir -¡Vamos equipo!- grito Charlie y entramos al hielo. Dispuestos a ganar.
