•Tizi•
Después de esa noche agitada les pedí tanto a Mateo como a mis amigas que me dejaran un par de días sola. Necesitaba canalizar y reflexionar muchas cosas antes de poder hablar pero creo que ya había llegado el momento de hacerlo.
Contarles a mis amigas fue algo increíble, algo que removió cada parte de mi. Las tres llorando abrazadas iba a ser una imagen que se iba a guardar en mi corazón para siempre, a pesar de toda la mierda que había pasado me alegraba tener a dos mujeres tan hermosas y compañeras de amigas. Sabía que estaban para lo que necesitara y que me iban a apoyar en este camino que no iba a ser nada fácil de transitar.
Ahora me tocaba lo difícil... hablar con Mateo. Explicarle las cosas que le tenía que explicar no iba a ser nada fácil, pero esperaba llevarme algo lindo de esta conversación.
Salude al portero y subí hasta el piso de Mateo, toque la puerta un par de veces y tras unos cuantos segundos de espera apareció en cuero con una cara de dormido tremenda y todo despeinado.
-Tizi- sonrío haciéndose a un lado para dejarme pasar
-Hola bebé- le devolví la sonrisa entrando
Se acercó para abrazarme y luego de algunos minutos sintiendo el calor y la suavidad de su piel se separó un poco para verme a los ojos y estampar suavemente sus labios sobre los míos.
-ya estás mejor...- sonrío acariciando mi cara que poco a poco iba tomando su forma original
-si, ya me sacaron los puntos- asentí achinando mis ojos
Hacía más de una semana que no nos veíamos, había necesitado todo este tiempo para pensar en muchas cosas y por suerte habían respetado muchísimo mi petición.
-queres comer algo?- cuestiono haciendo pequeños círculos en mi cintura desnuda a causa de lo corto de mi remera
-no... tenemos que hablar- le sonreí separándome lentamente para sentarme en su cama
-si, tenes razón- asintió haciendo lo mismo que yo y sentándose a mi lado
-bueno...- suspire largando todo el aire de mis pulmones
-tranqui... lo que sea que me tengas que contar lo voy a entender y ya vemos como lo solucionamos- sonrío acariciando mi brazo para darme ánimos
-fueron meses muy difíciles... todo empezó el día que me robaron en la bresh. Cuando mis amigas terminaron hechas mierda y yo me vine con vos, te acordas?
-si, obvio que me acuerdo
-resulta que cuando llegue a casa julian me recibió como siempre y después de hablar un rato yo me fui a acostar y el se fue a correr. Estaba tranquila durmiendo cuando él volvió y me levanto a los gritos, no entendía nada. Él no era así, todo lo contrario era un pibe tranquilo y pacifico.
Le pregunte que le pasaba y me empezó a decir que ya sabía que había estado con vos, además de empezar a contarme uno por uno todos los hechos en los que había estado metido con el fin de controlarme, en realidad de controlarnos...-no entiendo- me soltó calmado Mateo
-bueno... básicamente el objetivo de todo su plan era ver si yo era capaz de serle infiel entonces el puso esto del permitido y cuando le dije que mi permitido eras vos empezó a planear todo para corroborar si yo me animaba a cagarlo.
Me consiguió trabajo en la bresh sabiendo que vos ibas a ir, estuvo en la fiesta y hasta provoco que mi cámara se cayera. Después nos siguió hasta el departamento y vio cuando estuvimos, tenia mi Instagram abierto en su teléfono y vio cuando te mande fotos, también se puso a trabajar con vos de fotógrafo para poder controlarnos de cerca.
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Permitido
Romance-y yo creo que sería Ester exposito- sonrío julian mientras le daba otro sorbo a su café- ¿y vos gordita? Si tuvieras la oportunidad de estar con cualquier persona del mundo...¿con quien estarías? -uff... creo que trueno, me parece un pibe muy lind...