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•Tiziana•

-dale juli no llegamos más...- rezongue intentando levantar al dormilón de mi novio

-gordi es re temprano

-pero amor vamos a llegar tarde como siempre y sabes que me re estreso- solté revolviendo su pelo y haciendo puchero

-ya voy bebé, anda preparando café

Me levante con toda la paja del mundo para ir a nuestra pequeña cocina a preparar dos tazas de café bien cargadas para arrancar nuestra mañana de la mejor manera.

Sabía que julian no iba a aparecer en los próximos 10 minutos, convivir hace casi dos años con él ya me daba fundamentos para pensar aquello.

Vivía en Buenos Aires hacia ya casi 3 años, era del interior y para poder estudiar lo que quería me tuve que mudar a la capital del país.

La fotografía era lo mío, y aunque al comienzo mis papas no estaban muy de acuerdo, luego de tanto insistir me permitieron poder venir acá a estudiar.

A julian lo había conocido en la facultad, ambos estudiamos licenciatura en artes visuales y desde el primer momento me pareció un chico increíble.

Con el tiempo empezamos una relación y como ambos vivíamos solos decidimos mudarnos para repartir gastos y poder estudiar juntos.

Había sido una muy buena decisión nos complementábamos demasiado bien y había sido de gran apoyo para no sentirme tan sola en esta gran ciudad.

-buen día hermosa- me sonrío de lado dejando un suave beso en mis labios

-hola dormilón, toma despabílate que ya nos tenemos que ir...

Luego de terminar mi café decidí prepararme para partir rumbo a la facultad. Me vestí muy casual, también me peiné y maquillé ligeramente.

-estamos?- sonrío juli agarrando las llaves del auto y las cosas que necesitábamos para cursar

-vamos que ya creo que estamos medio atrasados- suspire apurada.

Julián arrancó el auto, se lo habían regalado por sus 18 años y era una de sus adquisiciones más preciadas. Lo cuidaba como a un hijo.

Al llegar nos bajamos y dirigimos al salón que nos correspondía. Una vez allí saludé a mis amigas, esas mujeres estaban locas de remate pero me hacían la vida.

-hola wacha , al fin llegas temprano mujer- me reprochó Isa

-logre levantar a Julián a horario- reí

-ay ella y su novio- me hizo burla Male saludándome con un beso

-qué vos seas una agria de mierda que rechaza a todos los pibes con los que está no es mi culpa Malena- sonreí

-son todos unos pelotudos- me contestó revoleando los ojos

-dame bola a mi bebé entonces- rio Isa codeandola.

La clase empezó y decidí que era momento de prestar atención. Si todo salía bien, en un año y medio ya iba a tener mi título, cuestión que estaba deseando con ansias.

Al finalizar las clases decidí ir con mis amigas a almorzar a un lugar de comidas rápidas que quedaba cerca de la universidad, ya que luego iríamos a la casa de Isa a realizar un proyecto que teníamos pendiente.

-no nose... es lindo y todo pero no me va que sea tan meloso- acoto Male dándole otra mordida a su hamburguesa mientras rechazaba una vez mas a otro de sus pretendientes

-Malena no te va ninguno a vos- rei ya que siempre le encontraba algo que no le gustaba a todos los pibes con los que salía

-pero yo soy re asquerosa ya sabes, a mi me llega a decir gordita como Julián te dice a vos y ya vomite todo

-jajajajajaj dios que mujer- se metió Isa

-sos mala, Juli es un amor

-para vos, porque vos también sos así toda delicadita y te gusta que te traten de esa forma. Pero a mi me da diabetes que decirte...

-a quien no le gusta que lo traten bien?- pregunte obvia

-a mi claramente, ya me conocen soy el masoquismo en persona- se lamento Isa al recordar a Chernóbil, digo su ex

-no Isabela a vos te gustan pelotudos y tóxicos que es distinto- se metió Male

-pobrecita, todavía no lo supera- abrace yo a isa

-estoy en eso igual- acoto ella.

Así nos pasamos gran parte de la tarde riendo y contando anécdotas hasta que nos dimos cuenta de que se nos había ido la hora y decidimos emprender viaje hacia la casa de la rubia porque sino el trabajo no lo íbamos a terminar ni en siglos.

Por suerte vivíamos todas en la misma zona y bastante cerca una de la otra por lo que no tardamos en llegar a la casa de Isa.

Preparamos el mate y empezamos a extender todos los elementos que necesitábamos, amábamos trabajar en equipo, nos complementábamos bien y nos moríamos de risa, el trabajo de esta forma se nos hacia mucho mas liviano. Así que siempre que teníamos la oportunidad de trabajar de a tres lo hacíamos juntas, sino por una cuestión de lógica yo me solía poner con Julian y ellas dos siempre hacían dupla.

La tarde se nos paso en un abrir y cerrar de ojos y cuando quise acordar ya estaba volviendo a mi casa y haciendo las compras para la cena.

La tarde se nos paso en un abrir y cerrar de ojos y cuando quise acordar ya estaba volviendo a mi casa y haciendo las compras para la cena

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