Mi nombre es Shawn y tenía 24 años en el momento de que mi vida dio un cambio drástico y pude aprender que el placer se puede encontrar incluso de rodillas. Soy un chico normal, delgado, no modelo, pero me han dicho que soy bastante guapo. Soy alto, cabello ondulado y castaño oscuro, ojos color miel, piel suave y blanco.
Ojalá pudiera decir que tenía un cuerpo de infarto, pero la verdad es que no todo en mí era músculo, de hecho mis piernas son bastante flacas, y bueno, supongo que debido a eso tengo un trasero empinado. Hago ejercicio, pero disfruto beber algunas cervezas e irme de parrillada con mis amigos y eso me hace sentir bien pues no tengo una dieta estricta. ¡Vamos! No quiero dejar pasar las cosas buenas por tener cuadritos.
Mi novia Camila y yo hemos vivido juntos durante dos años en una bonita área de Los Ángeles, situado en una residencia calmada en donde hay árboles, cercas altas de hierro y calles largas rodeadas de altas palmeras y silencio absoluto.
En cualquier caso, hace aproximadamente un año y medio mi vida cambió completo en el transcurso de un domingo por la tarde.
Y el responsable fue Henry Cavill, un amigo de mi padre que había visto desde hace mucho y que había tenido la oportunidad de conocer desde que yo había entrado a estudiar comunicaciones a la facultad de periodismo. Henry y yo nos habíamos conocido desde allí, pues él ejercía como guardia de seguridad y me había reconocido por una foto que mi padre le había mostrado. Y Henry... era un tipo increíble. Salimos a beber, a cenar con nuestras amigas y con mi padre, fuimos a partidos de béisbol dado que Los Ángeles no tiene un equipo de fútbol, lo que realmente preferiríamos, pues se me hace muy aburrido, y todas las cosas típicas de los chicos. Henry tiene 38 años, aproximadamente tiene mi altura, quizá unos centímetros más, doscientas libras; principalmente músculo, cabello castaño y ondulado, ojos misteriosos pero cálidos, el rostro serio y la quijada bien puesta.
Como solíamos hacer los domingos, fui a su apartamento y por alguna razón, no había nadie más que Henry. Debíamos ver el partido y como era costumbre debía estar mi padre, quien me llamó a último momento para decir que no podía asistir.
Desde el momento en que entré al apartamento, las cosas fueron un poco diferente. El ambiente se sentía extraño y de pronto me sentí completamente solo, como cuando caminas por un pasillo y sientes que algo malo pasará. Cuando llamé a la puerta, escuché la voz de Henry diciéndome que entrara, que "estaba abierto". La abrí y lo vi sentado en el sofá en frente al televisor.
Pensé en llevar a Camila conmigo, pero ella es muy aguafiestas y solo pasaría en su celular con mala cara. No estaba ni Joe, ni Jim, o Jerry. Ni siquiera el gordo Albert. Solo Henry y yo.
ESTÁS LEYENDO
SÍ, SEÑOR.
FanfictionShawn Mendes es un chico que lleva una vida normal, y tranquila. Como es de costumbre, los domingos, el grupo de amigos se reúne para ver un partido, pero se lleva una sorpresa al ver que solo está el dueño de la casa: su amigo Henry. Un hombre mayo...