Sputnik, te amo│NamJin.

Fotografías.

"Oh... Jinnie..." aprieta los parpados al percibir la decepción contenida en la voz contraria. El suave suspiro de su madre atraviesa el auricular y SeokJin debe recordarse una vez más que a su madre le emocionan las sorpresas y que, de todas formas, la vera en pocas horas. Inhala con lentitud, componiendo una sonrisa de ánimo al otro lado de la línea.

"Mamá... sabes que iría si fuera posible, pero estoy en serio, en serio ocupado... ha sido una semana difícil y aún no he encontrado un electricista que arregle las luces... creí que tendría tiempo, pero-..."

"Cariño está bien" aunque no puede verlo, sabe que su madre está sonriendo "No te preocupes, entiendo. En cuanto regresemos, iremos a verte. Estoy muy emocionada por ver el restaurante."

"Ah..." sonríe "me emociona tanto, má... trabajé en el piso nuevo esta semana. Necesita un poco de pintura y tengo que desempacar los muebles. La cocina es preciosa, creo que va a gustarte mucho..." su mirada destella con emoción mientras dobla cuidadosamente la última camiseta y la acomoda en la maleta.

Sus ojos de almendra van de un lugar a otro.

Calzado cómodo, camisetas frescas, un par de bermudas, un par de pantalones. Calcetas. Muchas calcetas...

Ropa interior.

Planeaba recorrer Japón, hacer algo de turismo. Puede que paseara unos cuantos días, tal vez tres. Despediría a sus padres y miraría los alrededores. El agente de viaje le mostró unos folletos de los bosques de Sakuras, era temporada y siempre había querido verlas florecer en persona.

"¡Estoy tan emocionada por probar el menú!" la risita de su madre le hizo sonreír también. Ella sabía que aquello era lo más importante para él. "Voy a extrañarte tanto... desearía al menos poder llevar el teléfono, maldita sea... pero no... tu padre tenía que- "

"Mamá descuida..." ríe divertido "Nos veremos pronto, Diviértanse."

"¿Tengo otra opción?"

SeokJin se encoge de hombros.

"Sabes que no", admite con una risita.

"¿Retiro?" repito, y siento mis cejas elevarse en señal de incredulidad. "¿Un retiro?, ¿estás seguro Jin?"

"Deben estar en el Tibet ahora mismo, no creo que sepan lo que ocurrió. Mamá dijo que no habría teléfonos o algún tipo de tecnología..." murmuras, ladeando el rostro.

"¿Y cómo...-

"En realidad, era una sorpresa." admites, pareces incómodo, porque una de tus manos va de inmediato a tu nuca, tallando suavemente. "Llamé a mamá esa noche, la noche antes del vuelo. No quería que sospechara. Le dije que no podría llegar a tiempo...ya sabes." aprietas los parpados y agachas un poco el rostro. "No creo... volver a querer dar una sorpresa de nuevo." Tu ceño se acentúa con suavidad y tus ojos van a la humeante taza entre tus manos. "Jamás pensé que ocurriría lo que ocurrió."

Es extraño, casi surrealista, pensar que pudiste haber muerto y tus padres no lo hubiesen sabido hasta un año después, no puedo creerlo... lo que termina arrastrándome a la siguiente pregunta.

"¿Hay alguien más?"

Mis ojos café van a los gabinetes de madera blanca en la parte alta de la cocina, mi corazón se siente demasiado inquieto como para ver tu rostro en medio del silencio absoluto. No respondes, así que termino irremediablemente volviendo a ti. Pareces perdido, tu mirada viaja hacia algún lugar al que no tengo acceso. Puedo verlo, Jin. Los recuerdos acudiendo a ti con lentitud, desfilando frente a tu retina miel.