"Capitulo 4"

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"9 De Marzo/1990/10:30 AM"

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"9 De Marzo/1990/10:30 AM"

Jihoon se encontraba en la sala de su casa esperando a Seungcheol para poder terminar el trabajo, aún les faltaba muchas cosas que hacer. Perdido en sus pensamientos estaba, quería hacer sufrir a Choi pero no sabía cómo hacerlo. Era la primera vez que las ideas no llegaban a su mente, el dolor de cabeza no tardó en aparecer hasta que su celular empezó a sonar. Mingyu estaba llamándolo, suspiro pero respondió.

Jihoon: ¿Qué quieres?. -La frustración en su voz era notable.-

Mingyu: Quería saber cómo vas con el trabajo de matemáticas. -A Mingyu parecía no importarle el hecho de que su líder estaba molesto.-

Jihoon: Supongo que bien. Oye, Mingyu. -El pelinegro estaba decidido a preguntarle a su amigo.- Quiero hacer sufrir al mudo pero no tengo ideas, ¿Tienes alguna?.

Mingyu: Acuéstate con la chica que le gusta, si es que le gusta alguien.

Jihoon: No sé... Creo que no le gustan las mujeres. -Una risa escapó de los labios de su mejor amigo.-

Mingyu: Puedes conquistarlo. -Jihoon casi se atraganta con su propia saliva al oír aquellas palabras.-

Jihoon: ¿¡Qué!?.

Mingyu: Juega con sus sentimientos. Debes conquistarlo y al final del año le dices que realmente no te interesa, que jugabas con el.

Jihoon: Es una gran idea.

Mingyu: Si no lo logras me debes 10.000 wones.

Jihoon: Vale, aunque no creo que se resista a mis encantos.

Mingyu: Bobo, trata de ser amable al principio, sino sospechará. Sería raro que le coquetearas ahora.

Jihoon: Bien, adiós idiota.

Cortó la llamada rápidamente mientras que una sonrisa se formó en sus labios. Le encantaba la idea de romperle el corazón a Seungcheol, lo vería destrozado y eso le agradaba.
El timbre resonó en toda la casa, sabía que era Choi así que abrió las rejas y la puerta para después esperar a que el muchacho llegará. Seungcheol entro a la casa sin antes saludar a Jihoon, el cual le dió una sonrisa amable mientras que en su mente decía "Que comience el juego".

Ambos fueron a la habitación nuevamente aunque Seungcheol estaba un poco confundido. Realmente pensó que el pelinegro lo golpearía o lo trataría mal como de costumbre pero no, le había sonreído y eso le hacía sentir feliz, pensaba que tal vez Jihoon estaba cambiando.

Estudiaron por mucho tiempo. Jihoon trataba de ser lo más amable posible y Seungcheol siempre le daba de esas hermosas sonrisas llena de felicidad e inocencia. El pequeño de estatura preparo un té para los dos y también le había llevado galletas recién horneadas. Pasaron otro rato estudiando hasta que Jihoon sintió que el más alto tocaba su brazo tratando de llamar su atención.

[Silence] (JiCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora