''Solo nos separamos para reencontrarnos''
—John Gay
''Puedes decir adiós o hasta luego, lo cierto es que más adelante habrá un reencuentro''
—¡Lucas! —gritó la mujer de rizos rubios corriendo hacia él. El mago de cabello negro la miró sorprendido, nadie nunca lo había recibido con tal felicidad antes.
Cuando estuvieron de frente, ella le sonrió.
—¿Te volviste a dormir? Un día vine a jugar contigo, pero ya no estabas—comentó la chica. El viento agitó su dorada melena dando un efecto casi etéreo a su forma. Lucas sintió algo extraño en su pecho al verla.
Habían pasado 10 años desde la última vez que vio a Athanasia, la pequeña olvidada con la que jugó algunas veces por mera lástima. Después que comió el animal divino que encontró en los alrededores del palacio y recuperó su magia, regresó a su torre sin siquiera despedirse de ella.
No le dio importancia, con el tiempo, seguramente sería solo un recuerdo pasajero en la memoria de la niña. Nunca esperó que todavía lo recordara.
Lucas salió de la torre solo para inspeccionar las cosas en el imperio, después de caminar unas horas por el pueblo, inconscientemente, había terminado en los jardines del palacio Rubí en donde la vio sentada bajo un árbol. Bañada por los rayos del sol, la belleza de la princesa se destacaba como una rosa entre maleza, por un instante, estúpidamente pensó que se trataba de algún ser celestial.
Ella había cambiado mucho desde ese entonces. Sus mejillas regordetas y cuerpo infantil fueron reemplazados por una figura esbelta y un bello rostro digno de una joven señorita.
''¿Por qué me hablas con tanta familiaridad? ¿Cuándo te di ese permiso?''
—Lucas, ¿tienes hambre?, toma...
Pronto, partió el pequeño pastelillo que traía en sus manos y se lo ofreció. Lo aceptó por mera curiosidad, él nunca imaginó que el azúcar era un buen invento.
— Está rico, ¿verdad? ¡Tengo más en la canasta! —Athanasia tomó su brazo y lo arrastró hacia la pequeña manta tendida a la sombra del árbol. Era difícil borrar la sonrisa en su rostro, ella estaba demasiado feliz al ver nuevamente a Lucas, a quien consideraba como su primer y único amigo.
Sus recuerdos sobre el hombre habían estado borrosos por un tiempo, pero al verlo aparecer frente a ella, estos regresaron como una ráfaga de aire fresco.
Lo obligó a sentarse en la pequeña manta, sacó una galleta de la canasta y se la extendió. Casi rio ante la expresión sorprendida del mago después de dar la primera mordida.
Sus ojos enjoyados se concentraron en el hombre sentado a su lado. Él vestía ropa algo diferente a la que recordaba, las túnicas de colores oscuros tenían un diseño innegablemente único, pero más allá de eso, parecía que el tiempo no había tocado ni una sola hebra de sus cabellos.
Su apariencia era superior a cualquier otra persona que haya conocido antes, exudaba una presencia imponente que reprimía a los demás.
El cabello negro y sedoso se extendía por su espalda más allá de sus caderas, sus iris rojos que brillaban como rubíes, estaban acompañados de largas pestañas y una pequeña marca de belleza bajo su ojo izquierdo que solo enmarcaba su buena apariencia.
Él era hermoso.
Pensándolo bien, su cara le parecía más atractiva y encantadora que en aquel entonces...
—Hey...
... O ¿tal vez era porque ella había crecido?
—Oye
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¿Por qué la princesa le daba solo carne de comer al mago ancestral?
Romance''En tu cuerpo, encontré el amor que por tantos años deseé'' ⚠Historia con contenido adulto⚠ Por favor mantener discreción⚠ Novela original: Plutus Con el título: Quien me hizo princesa. Crédito imagen de portada: Sukary24 No se aceptan copias, adap...