Alejandra Rivera regresa a Houston después de 3 años viviendo en Miami, pero no regresa como Alejandra sino como Alejandro, siendo uno de los mejores jugadores de fútbol americano de la high School de Miami, ahí se reencuentra con el amor de su vida...
Alex no paraba de acariciar mi espalda y eso hizo que me diera sueño - Si sigues así me quedaré dormida - dije en un bostezo - Eso que tiene de malo - dijo mirándome fijamente con esos hermosos ojos verdes que tiene - Que estamos desnudos en mi casa y si mis papás vienen y nos ven encerrados a ambos aquí sospecharan - dije con una sonrisa al recordar lo que había pasado y pude notar como él se sonrojo - Tienes razón, a ver, visitamos, abramos la puerta y de ahí dormimos un rato, que te parece - me propuso y yo asentí mientras le llenaba de besos la cara - Me parece una excelente idea - dije levantándome pero el me hagarro de la mano - Se que no es nada romántico pero quería preguntarte algo - En cuánto dijo eso mi corazón se detuvo, podía notar el nerviosismo en su mirada - Si, puedes preguntarme lo que sea - dije tiernamente y el respiró ondo antes de hablar - Quieres ser mi novia? - dijo sin más y se me cortó la respiración, el me miró dudoso ya que no dije nada - Si no quieres no hay problema - dijo rápidamente agachando la mirada - Alex, Si quiero ser tu novia - dije levantó su rostro y conectando miradas - Enserio - Dijo en tono de asombro - Muy enserio, quiero ser la NOVIA DE ALEJANDRO RIVERA - dije gritando lo último y él me besó - Te amo mi amor - dijo juntando nuestras frentes y yo suspiré, se oía tan bien que me dijera "Mi amor" - Yo te amos más amor - Dije en tono tierno, ambos nos levantamos y cuando lo ví el corazón se me detuvo, se veía tan sexy completamente desnudo, se le marcaban los músculos de su abdomen, piernas, brazos, en fin, todos sus músculos le resaltaban, pero no tan exagerado, pude notar que tenía moretones en su abdomen y sus nudillos estaban ligeramente dañados, busque en mi armario algo para ponerme y cuando me gire de vuelta ví que ya tenía los pantalones puestos y se estaba poniendo su camisa llena de sangre - Hey no te pongas eso, deja busco algo para que te pongas - Dije quitándole la camisa de sus manos y dejándola en el cesto de ropa sucia, busque en mi armario nuevamente y le di uno de sus suéteres que había dejado hace 4 años cuando aún era Ale - Toma - dije tendiendole la prenda y pude notar su asombro - Aún la conservas - dijo aún más asombrado - Claro que sí, de hecho tengo 5 suteres tuyos y 4 playeras, siempre las uso para dormir - dije mostrándole bien la que tenía puesta - Pensé que las habías tirado o algo así - Dijo un tanto triste - Claro que no, eso me hacía sentirte cerca - dije abrazandolo, él se puso el suéter y nos acostamos en mi cama luego de quitarle el seguro a la puerta - Descansa hermosa - dijo Alex antes de quedarse completamente dormido, yo me quedé observando su carita toda golpeada y me dolió que hubiese sigo por mi culpa.
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Lucia - dijo mi mamá susurrando y yo abrí los ojos lentamente - Hola mamá - dije medio dormida - Hola hija, la cena ya está lista - dijo nuevamente en un susurro ya que Alex seguía dormido - Está bien mamá, ahora bajamos, solo despierto a Alex - Dije sonriéndole - Bueno, no tarden y por cierto me alegro que estén bien y tú papá ya habló con Remedios - dijo antes de salir, se me había olvidado avisarle a Dani pero de seguro Remedios le avisó, iba a despertar a Alex cuando su celular sono y me dió curiosidad ver quién era ya que sono repetidas veces, pero creo que no fue buena idea, ya que era Tania la que le había escrito, aparte de Remedios, Dani, Emiliano, etc.
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