Chicos nuevos

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Estábamos llegando a la casa de Alex ya que durante el entrenamiento Reme lo llamó diciéndole que al terminar el entrenamiento se fuera rápido a su casa, noté a Alex demasiado ido y un tanto enojado, mientras íbamos caminando a su casa me enseñó los mensajes que le había mandado su abuelo y la verdad es que me preocupaba el hecho de que Alex sufriera o estuviera triste y a él le preocupaba llegar a su casa y ver a don Ramiro

PDV ALEX

Desde que me llamó mi mamá no había estado tranquilo pero gracias a Lucia me sentía mejor, estábamos a unos cuantos metros de mi casa cuando Lucia se detuvo y yo imite su acción - Que pasa Lu - Pregunté con duda - Solo quiero que sepas que cuentas conmigo y que siempre estaré a tú lado - Dijo tomándome de la mano - Lo sé amor, gracias por eso, no sabes lo feliz que me hace tenerte a mi lado y tú sabes que también cuentas conmigo para lo que necesites - ambos nos besamos y continuamos caminando, abrí la puerta con cierta dificultad, estaba muy nervioso pero Lucia me tomó de la mano y me tranquilice así que nos dirigimos al salón, ahí estaba mi mamá, Verónica y Tania con los ojos rojos por llorar, no alcance a preguntar ya que Tania corrió a abrazarme - Alguien me puede explicar que pasa - Pregunté confundido fijando mi vista en mi mamá con Tania aún aferrada a mí - Pasa que ya no nos regresamos a Chicago - Dijo Verónica acercándose a mi he instintivamente la abrace soltando me de Tania - Como que ya no se van - Pregunté apartándome de Vero y tomando de la mano a Lucia que se había mantenido al margen todo ese tiempo - Pues que he encontrado trabajo acá y compré una casa cerca de aquí - Dijo Verónica dejándome completamente sorprendido - Es una excelente noticia señora, me alegro mucho por ustedes - Dijo Lucia acercándose a Verónica - No me digas señora mi niña, me haces sentir vieja, dime Verónica o Vero y muchísimas gracias Lucia ya sé porque Alex está tan enamorado de ti - Dijo devolviéndole el abrazo y yo me sonroje pero gracias a dios no se dieron cuentan - Bueno habrá que celebrar - Dije levantando los brazos y enseguida Tania se aferró a mí - Me parece una excelente idea guapo - Dijo separando un poco su cabeza para dejar un beso en mi mejilla, noté que Lucia se incomodó así que me separé de Tania y le susurré "Sabes que no me puedo aguantar más" ella me miró confundida y la besé - Bueno, miren a los tortolos - Bromeó Tania y Lucía se separó de mí para abrazarme y pude notar que estaba sonrojada. La tarde la pasamos entre risas y la verdad es que estaba demasiado feliz, por otro lado Tania aún seguía triste por Mauricio ya que a pesar de que quedaron bien como amigos Tania seguía mal aunque no me lo dijera.

Ya había pasado una semana y la verdad que todo iba mejorando, Verónica consiguió una mejor trabajo y la casa que compraron es realmente hermosa, Tania había pedido su transferencia de Chicago y la verdad que todo fue muy fácil ya que varios chicos pidieron su transferencia de Chicago y otros lugares, precisamente hoy que es lunes, van a llegar los chicos nuevos y entre ellos Tania, las cosas con Lucia están mejor que nunca, nos vemos todas las tardes, salimos cada vez que podemos porque eso de ser capitanes nos roba tiempo, habían veces en las que ella invitaba a Tania con nosotros  y no puedo estar más feliz de que se lleven bien,  aunque hay algo que me tiene muy tenso, y es que mi abuelo o mejor dicho Ramiro ha estado escribiéndome, incluso llegó al High a buscarme pero gracias a que Dani me avisó pude irme sin verlo ni toparme con él.

Alejandro Rivera, baja a desayunar que llegarás tarde – Mi mamá puede llegar a ser insoportable por las mañanas – Ya voy!! De todos modos faltan 40 minutos!! – Grité al ver la hora, aunque tenía razón, se me haría tarde ya que tengo que pasar por mi hermosa novia Lucia, baje casi corriendo y me dirigí a la cocina, desayune rápido y al dirigirme a la salida me encontré con mi mamá – Te ves muy guapo hijo – Mencionó mi mamá con una sonrisa – Gracias ma’ ya me tengo que ir, te veo más tarde – Dije dándole una beso en la mejilla y saliendo por la puerta, hoy había calor por lo tanto había optado por ponerme una camiseta verde, con un pantalón igualmente verde y sin olvidar mis botas. Arranque mi moto y me dirigí a la casa de Lucia.

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