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El mayor de los hermanos Qian dibujaba con un lápiz alguna cosa en su cuaderno, se sentó en el cobertizo fuera de casa para poder respirar aire fresco y calmar el dolor de cabeza que había presentado desde la mañana.

— Hola ¿Quieres? — Chenle se acercó para darle una taza de té, su hermano la tomó con una pequeña sonrisa.

— Gracias.

— ¿No quieres venir a remar con nosotros? — el menor hacía referencia a la salida que tendría ese día con Jisung, tratando de que el otro pueda distraerse — Animate — Doyoung negó suavemente con la cabeza, dando un sorbo al té.

— No, gracias Le.

— Oye... No sé si te he agradecido por lo de anoche... Pero significó mucho para mí — hablo de manera cautelosa. Después del baile de anoche, su hermano mayor parecía triste, ni siquiera parecía el mismo.

Miro por unos segundos a su hermano tratando de ignorar todos los recuerdos de anoche le mostró una sonrisa al menor — Me alegro.

Con eso habían finalizado los tiempos de peleas entre ellos, era notorio que empezaban a comprender la situación de cada uno. Jisung se hizo presente al segundo, acercándose a los hermanos.

— Hola — miró con cariño a su pareja y algo tímido a su ahora cuñado — ¿listo?

— Sip — afirmó con una sonrisa, volteando para despedirse de su hermano. Jisung también le ofreció una sonrisa empática.

— Adiós.

— Adiós — despidió a ambos con la mano y una diminuta sonrisa en labios. Era la primera vez que Jisung veía el lado amable y sereno de Doyoung.

Una vez que se alejaron lo suficiente, se acercó un poco más a Chenle y susurró — ¿Esta bien?

— Eso espero.

Doyoung apoyó su espalda en la columna, regresando la vista a su cuaderno. Los sucesos del baile lo habían dejado sin ganas de hacer nada, ni el ánimo suficiente para ser como siempre o siquiera analizar lo que pasó ayer.

— ¿A dónde va? — vió a su padre mirar a Chenle irse con su, ahora, novio.

— Fue a ver a unos amigos  — mintió intentando asustar al mayor — malos y muy precoces.

— Basta — sonrió al ver como el mayor parecía preocuparse ante sus palabras — Háblame del baile, ¿Estuvo bien?

— En parte si — bajó la mirada, tratando de convencer a su padre y así dejar que su hermano siga saliendo.

— ¿Cual parte?

— La parte en la que Chenle peleó por su amigo — Subió el rostro para ver como los ojos de su padre mostraban sorpresa y desesperación.

— ¿Que Chenle hizo qué?

Mostró una mueca de molestia — ¿Te preocupa que puede volverse como yo? — después de todo, Chenle era el hijo bueno y amable.

— Me impresiona — Doyoung se mostró sorprendido. Kun tomó asiento al lado de su hijo — Los padres odian admitir ver que nuestros hijos son capaces de llevar sus vidas, y nos volvemos espectadores — mostraba una mirada nostálgica que lo hizo ver hacia abajo — Lele me deja jugar con él, tú me enviaste a la banca hace años — buscó los ojos de su hijo, mostrándole una mirada severa — Y si te vas lejos no podré ver tu juego — el pelinegro escuchó con atención, comprendiendo y amando un poco más a su papá. La última frase lo hizo pensar mirando fijamente a su progenitor.

— ¿"Y si me voy"?

— No... No me digas que ya cambiaste de opinión... — bajó la mirada, le había costado mucho lo que hizo — Ya les mande el cheque.

10 COSAS QUE ODIO DE TI (ADAPTACIÓN JAEDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora