Capitulo 7

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La bestia Gondert se levantaba sobre sus patas, después de recuperarse de lo que le habían hecho los moradores, contemplaba el lugar donde estaba y a sus compañeros, al ver que estaban desatados se volvió a sentar sobre el suelo.

Charlie se acercó con temor al morador que les había hablado y antes de decir una palabra la criatura le respondió.

—Aun no entiendo que hacéis tú con esas dos criaturas. —Ya sabes... —respondió—. Buscando la Torre de Cristal. — ¿Qué queréis? —Las criaturas que llamas Trixon...

El morador se movió hacia un lado y miro al muchacho.

— ¿Porque luchamos contra ellos? -le dijo mientras le miraba —. La mayoría de los Mil Mundos están habitados por distintas especies que quieren dominar dicho mundo. -dejo de mirar a Charlie y siguió —. Los Trixon son una de las tres razas que habitan el mundo de Treth. Desde que tengo memoria nuestra raza ha combatido con ellos. Desde antes de que yo existirá, nuestro hogar tenía lugar en las mesetas de Treth, hasta que los Trixon aparecieron entre los cielos y atacaron nuestro pueblo, atacaron todos los pueblos de nuestra raza, asesinaron a la mayoría de nosotros y los pocos que escaparon marcharon al desierto y allí lograron sobrevivir. Pasaron muchas rotaciones escondidos de los Trixon, bajo el desierto, en las cavernas. Los sobrevivientes se hacían más fuerte esperando algún día la venganza. — ¿Cómo lo lograras? —Intervino el chico —, ¿Qué buscaras en la Torre de Cristal? —Las Torres de Cristal guardan muchos secretos. La lanza de oro es lo que vosotros buscáis lo sé. Yo busco el cristal, el cristal que convierte la torre en la Torre de Cristal, con eso lograre mi venganza.

El chico se retiró luego de que el morador dejara de hablar, se acercó donde Can que estaba con su mirada puesta sobre el reloj de arena, quería decirle algo pero no supo que decirle, observo de nuevo a Gondert que estaba aún sentado, mostraba una agresividad en su rostro.

Después de mucho, toda la arena cayó.

— ¡Es hora, el inicio de la Venganza! —grito el morador.

Gondert se levantó y junto a Can se colocó detrás de Charlie, el morador pidió que le siguiera. Las criaturas entraron al agua y se sumergieron, nadaron durante un rato, sin que Charlie lo notara, no necesitaba del oxígeno. Detrás de todos los moradores y con las dos criaturas detrás de él, pronto se vio un resplandor en el agua, era la salida. Los moradores que iban delante de él, desapareciqn se acercaban a la luz bajo el agua, la salida era un Géiser. Mientras Charlie se acercaba, la corriente lo arrastraba junto a sus acompañantes, cerró sus ojos por un momento y paso de estar en el agua a estar en la superficie, en la tierra desierta de Treth.

Los Moradores estaban formados, había alrededor de unos diez de estas criaturas.

—Tendremos que cruzar el valle -hablaba el Morador —, allí hay una pequeña colonia de Trixon, ellos no saben nada acerca de la Torre de Cristal, esta se encuentra oculta al salir del valle.

Charlie que estaba al lado del morador hablo — ¿Y no podemos evitar a los Trixon? —No —respondió de inmediato—. Los atacaremos por sorpresa y llegaremos a la Torre.

Las criaturas marcharon con el Morador y Charlie al frente. Los tres soles seguían en el mismo lugar, a pesar de que ya había pasado mucho tiempo.

En la caminata, el pequeño se le acerco a Can y le hablo despacio.— ¿Podemos confiar en ellos? —el humanoide no respondió. Charlie lo entendía, él era quien estaba a cargo de las dos criaturas, ellos solo le seguían. No podía dejar ahora al morador y tomar otro camino ¿Qué otro camino tomaría? Se dirigían a la Torre de Cristal y con acompañantes que le ayudarían en su búsqueda, no solo las dos criaturas que le dio el Hombre del Sobrero Negro sino que también con diez Moradores del Desierto que ahora les acompañaban.

A lo lejos se observaba unas grandes colinas desiertas, era el comienzo del valle. —Los Trixon están en la cima —dijo el morador—, debemos marchar rápido y llegar a las colinas antes que nos noten. —aumentaron el ritmo y en un par de minutos ya estaban a orilla de estas.

—No creo que nos hayan notado. —¿Qué hacemos ahora? -pregunto Charlie al morador, este no respondió.

El morador se reunió con los demás de su especie, les dijo algo que Charlie no escucho y cinco de las diez criaturas se marcharon. El morador regreso con los tres.

—Es mejor si no hacéis ningún ruido, lo digo por la Bestia —Gondert Rugió de inmediato. —CALLATE —grito el morador. —la bestia mostro sus grandes colmillos. —Silencio Gondert —intervino Charlie —, ¿Qué hacemos ahora? —volvió a preguntar. —he mandado a cinco de los míos a observar a los Trixon, tendremos que esperar a que vuelvan o estar preparado por si los descubren.

despues de un largo momento los Moradores regresaron. —Estamos preparados, no hay más de 30 Trixon, será fácil...

Crónicas de Mil Sueños I: El Hombre del Sombrero NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora