«2»

33 3 0
                                    

Bueno. Desperté e hice lo que cualquier chica haría cada mañana... Realizar su aseo personal.
Me vestí, lo más lento posible ya que me había despertado muy temprano.

Usé lo primero que ví en mi armario.

Usé lo primero que ví en mi armario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Sin más que hacer me fui a la cocina encontrándome con mi madre y mi hermana, las saludé, inclusive las abracé por la espalda pero ninguna de ambas me correspondió el gesto; cada mañana es lo mismo con ellas desde que mi difunto padre no está con nosotras. ¿La verdad?... Ya estoy empezando a acostumbrarme, después de varios años de no hacerlo. No sé la razón por la que derrepente se empezaron a comportar de esa manera conmigo; ¿Que les e hecho?, ¿Acaso me e portado mal para merecerlo?, ¿Lo merezco?, ¿Me odian?, ¿sienten rencor por mí? o solo están jugando al reto del hielo, ¿acaso es éso como para que dure años?

- No lo sé -. Dije sin darme cuenta que lo último que acababa de decir no lo había pensado, creo que alcanzaron a oírlo.

- Oye, te estamos hablando y solo no respondes - me reprocha mi hermana dandome a la misma vez un golpe en la cabeza -  pareces una tonta - me señala con la mano dirigiendo su mirada comenzando por mis pies a mi cabeza como si fuera una rara - solo pon atención, ¿quieres? - No le preste ni una pizca de mi atención, se que podría ser una burla de mi parte si lo hago y no caeré como antiguas veces - ¡Te digo que pongas atención! Dime... ¿te gustaría que te hiciera lo mismo? - la miro de golpe de la forma más calmada posible.

- No. Te dicho que no me gusta que me alcen la voz. Soy tú hermana, tú hermana menor a la que deberías estar tratandola mucho mejor, siquiera realizando el menor intento; el que quisieras.. yo solo contaría la intención -. dije mirándola fijamente a los ojos mientras muevo la cuchara dentro del cereal de una mala gana, para mí mala suerte que tengo apegada dice que estoy gorda... En pocas palabras mi mala suerte es mi mamá, pero no en un mal sentido. Solo merezco esto como desayuno cada mañana.- Y es cierto.. No me gusta que no me pongas atención cuando trato de decirte algo importante de la universidad, pero ya me acostumbré y es momento de que tú lo hagas. Así como no te gusta, pues a mí también me molesta.

- Silencio!!. ____, cállate. cuántas veces te e dicho que no le contestes a tu hermana. Te lo he repetido más de una sola vez y no te hartas de escucharlo provenir de mi; ¿acaso quieres que me de un infarto y llegue a morir solo para que entiendas que no debes, ni tienes que estar discutiendo con tu hermana? - al oírla decir eso, estuve a punto de ir a ella, darle un fuerte abrazo y un beso en la mejilla para que supiera que no era eso lo que quería llegar a hacer solo con mis propios actos de chica enfadada, pero con tan solo que ella llegara a levantar su mano y abrirla para ver sus cinco dedos, me dió a entender que no quería ni querrá tal cosa proveniente de mi, de mi misma, de su propia hija.
Me enfurecí con tal gesto que no imaginé decir lo siguiente a penas y audible para mí misma.

- Siquiera no quieres que te explique nada. Fue Thank You la que me molestó. - lamentablemente ella llego a alcanzar a oír aquellas pocas palabras proveniente de mis labios.

«Really» Mi Realidad - Third Donde viven las historias. Descúbrelo ahora