Nuevamente el día de recibir educación física había llegado, durante la clase pasada solo la mitad de las parejas asignadas lograron realizar la prueba debido a que el tiempo se acabó, así que el profesor estableció la siguiente clase para que las demás parejas pudiesen realizar la prueba, entre esas parejas se encontraban Sunoo y Mia.
Profesor: —Bien la primera parte de la prueba de resistencia constará en realizar la mayor cantidad posible de abdominales en un lapso de tiempo de un minuto, cada uno junto a su compañero de trabajo tomarán posición, al sonar el silbato pueden comenzar. —Seguido de sus palabras hizo sonar el objeto de manera inmediata.
Claramente minutos antes ya todas las parejas habían realizado el calentamiento adecuado, Sunoo puso resistencia sobre los pies de su compañera mientras esta se esforzaba para no morir en el intento de hacer tales ejercicios, el chico se notaba algo nervioso, pues no solo se trataba de hacer los ejercicios con una chica, sino que es con Mia Lee, y su mirada hacia él no ha sido buena desde el principio, normalmente a Sunoo se le dificulta interactuar con chicas, tiene amigas sí, pero son conocidas desde la escuela primaria; sin embargo, su curiosidad por Mia solo va en aumento, y necesita encontrar la manera de acercarse a ella.
Mia: —¡Hey! ya acabó el minuto, sigues tú. —La voz de la fémina lo sacó del trance en el que se encontraba.
Sunoo: —Oh, sí, lo siento. —Dijo con su dulce voz y cambió de puesto con ella, siendo ella quien ahora ponía resistencia sobre sus pies.
Ya pasado el minuto, el profesor volvió a hablar.
Profesor: —Bien la segunda parte de la prueba constará de darle once vueltas a la cancha de fútbol, correrán a una misma velocidad con su compañero de prueba.
Mia: —Esto es el colmo.
Sunoo: —No te esfuerces mucho, podemos ir a la velocidad más lenta posible, así podrás sentirte cómoda.
Mia: —Cómoda estaría si no estuvieses aquí hablando tanto.
Sunoo: —Lo siento. —Bajó su mirada y colocó sus manos tras su espalda.
Mia solo lo ignoró y comenzaron su trayecto alrededor de la chancha, Mia en varias ocasiones tuvo que frenar para tomar aire pues no está acostumbrada a correr, Sunoo con mucha discreción trató de ayudarla en cada ocasión, pero lo único que se ganó fueron malas miradas por parte de la fémina.
Mia ya tiene su mente muy ocupada pensando en lo que su padre le dirá por no haber sacado la nota máxima en la prueba de biología, solo falló por dos puntos, pero eso es suficiente para que ella esté consciente de que su padre le dará un sermón nada agradable, nunca ha bajado del primer lugar en la lista de los estudiantes más sobresalientes de Choesung, y sus notas siempre han sido las máximas, pero hace una semana atrás cuando fue la semana de pruebas Mia enfermó, y por causa del medicamento se quedó dormida antes de memorizar todo lo necesario para la prueba de Biología, así que su nota fue de un noventa y ocho de cien.
Su padre siempre le ha exigido la perfección en todo lo que haga, y su madre solo hace lo que su marido diga, después de todo ella no es muy diferente, ya que obliga a la joven a tomar tutorías por aparte, tanto de las asignaturas básicas como también de idiomas.
Solo saben exigirle, pero nunca le han brindado ni la más mínima muestra de afecto, y es por eso que para ella el amor es algo ridículo e insignificante; desde que ingresó a la secundaria todos sus compañeros e inclusive estudiantes de otros niveles se han dedicado a crear estúpidos rumores sobre ella, eso la llevó a detestar a todo ser vivo en Choesung, y agradece que ya solo le falte año y medio para graduarse.
Finalmente, ella y Sunoo acabaron las once vueltas, le notificaron al profesor y este les dio una calificación inmediata; sin siquiera mirar a su compañero de prueba, tomó su bolso y se fue del gimnasio.
[...]
Después de clases se apresuró a tomar el autobús camino a casa, fueron veinte minutos de viaje y al bajar aún debía caminar un poco para llegar.
"Ese chico Sunoo tiene un aura tan adorable que me causa incomodidad". —Se quejó por medio de sus pensamientos mientras pateaba algunas piedras.
Caminó unos metros más haciéndole mala cara a cualquiera que se atreviera a mirarla.
Mia: —Hola Tam. —Saludó cuando finalmente llegó.
Su perro lleno de alegría corrió hacia ella, el cachorro es el único que suele mostrarle algo de cariño, sin embargo, tampoco es afectuosa con él, vivir una vida donde el amor ha carecido la ha llevado a no necesitarlo ni querer darlo.
Buscó algo para poder alimentarse, pero no encontró nada así que tomó el dinero que sus padres le dejan cada día y se encaminó hacia la tienda de conveniencia más cercana.
Compró algo de ramen ya que es su favorito y además es lo único que sabe cocinar; allí mismo lo preparó y comenzó a devorarlo con rapidez, no había comido nada en todo el día, a los minutos alguien tomó asiento a su lado y resultó ser un rostro totalmente conocido durante los últimos días.
Sunoo: —Hola. —La saludó con timidez.
Mia: —¿Qué haces aquí?
Sunoo: —Pues es una tienda de conveniencia, creo que todos pueden venir. ¿No?
La fémina había olvidado que estaba en un lugar público. ¿Pero por qué carajos ese chico otra vez y por qué se sienta a su lado? ¿Qué acaso no hay muchas mesas más en la tienda?
Mia: —Ah sí. —Contestó con desinterés.
Sunoo: —Me llamo Sunoo. ¿Y tú Mia cierto? Por si no recuerdas fui tu compañero hoy en la clase de educación física.
Mia: —Claro que recuerdo, es imposible olvidar tu actitud tan infantil y desagradable. ¿Qué necesidad hay de actuar así? —Devolvió la mirada a su tazón de ramen y continuó comiendo.
Aparentemente lo hizo sentir mal, lo supo al mirar como él bajó la mirada y suspiró, pero a ella eso le da igual, no tiene ningún interés en hablar con nadie, y mucho menos con Kim Sunoo.
Sunoo: —Perdón si te incomodé, lo mejor será que me vaya. —Se levantó de la banquilla.
Mia: —Sí, vete.
Él aun sintiéndose algo ofendido volvió a mostrar una sonrisa y tomó lo que había comprado para después marcharse; dejándola sola y en paz nuevamente, ya iban dos ocasiones en las que interactúa con el apodado "happy virus" y espera que no haya más.
Por parte del pelicastaño mientras caminaba camino a casa se propuso lograr ser cercano a ella, porque no es posible que en ella solo exista oscuridad, en el fondo de su alma debe existir una luz encarcelada gritando por ser liberada. ¿Y quién mejor que él para lograr liberarla?
Sunoo: —¿Mi misión? Salvar a la bonita Mia. —Sonrió y continuó su camino mientras tarareaba una melodía y realizaba un bailecito al ritmo de la misma.
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Eternal › Kim Sunoo ✔︎ (Resubiendo por edición)
FanfictionPrimer libro de la bilogía "Eternal" De la cárcel de oscuridad en la que estaba me sacaste, cuando perdí la esperanza de ser salvada llegaste tú, la luz más pura, mi mejor maestro, quien del amor me hizo aprender, y quiso vivirlo conmigo. Historia o...