𝟮

4.2K 415 121
                                    


Habían llegado al cuartel de las fuerzas especiales Anbu, la misión había sido un éxito y se encontraban alistando sus cosas para ir a descansar.

Obito estaba en su casillero preparándose; mientras oía las bromas de sus compañeros a su alrededor. Realmente no les prestaba mucha atención, ya que su cabeza se había mantenido en otro lugar durante esos días.

Cerró su casillero con cansancio, logrando divisar al dueño de sus pensamientos acercándose hacia él.

Realmente era incómodo, aún no podía mantener la mirada directa hacia su viejo compañero de misiones.

Al notar sus ojos siempre apagados, pequeños recuerdos e imágenes un tanto eróticas, invadieron su mente en mal momento.

¡Dios, ¿Por qué le tenía que pasar esto justo a él?! El solo se había devuelto hacia su casillero porque olvidó unas medicinas que su abuela le había encargado, pero jamás se imaginó que aquel lugar servía como hotel para parejas.

No es que fuera un maldito chismoso o un pervertido, simplemente necesitaba recoger aquel encargo de su abuela o lo regañaría hasta el cansancio al otro día.

—Obito, ¿tienes un momento? —El peliplata se acercó, mientras apartaba su rostro hacia cualquier lado.

—Ah Kakashi, si claro. —Con su mano rasco su nuca en un gesto de nerviosismo.

Joder esto era terrible, definitivamente había mucha incomodidad entre ambos.

Pero no era su culpa, la culpa la tenía ese par, por ser unos exhibicionistas.
Lo que hacían en su intimidad realmente le importaba una mierda. Pero, ¿Qué necesidad había de hacerlo en un lugar tan público?

"Kakashi siempre lo supe, eres un maldito pervertido de clóset"

La imagen del albino sonriendo y gimiendo sin pudor le llegó de repente, y su pulso se aceleró, teniendo que apoyarse de su casillero para no perder la compostura.

Kakashi lo miró extrañamente.

Tenía que admitirlo, todo esto le estaba afectando demasiado. Se odiaba, quería salir huyendo y tomar un respiro. El no podía pensar ni ver de esa manera a su antiguo compañero.

Pero también quería decirle lo que estaba sintiendo, decirle que aquello que había hecho con el castaño, lo había confundido demasiado. Que había despertado en él impuros pensamientos hacia su persona y que moría de ganas por tocarlo de esa manera él también.

—Obito, lo que viste el otro día. —se aclaró la garganta para seguir hablando—. Perdóname, aquello fue una completa idiotez —bajó la mirada con nerviosismo.

—Oh no, está bien déjalo. —sonrió incómodo.

—No. Obito. Lo que hicimos estuvo mal. Pero... por favor no lo reportes —le pidió suplicante—. Te ayudo en lo que sea, pídeme lo que sea, pero por favor no nos delates.

¿A caso era una broma o algo? o es que de la nada todo parecía apuntar a que podría sacarle provecho a esta situación.

—Está bien Kakashi, hablemos más tarde cuando hayan menos personas. —sonrió para luego dirigirse a entregar su turno.

El peliplata comprendió sintiéndose aliviado. Podría tener la oportunidad de redimirse y aquello lo alegró, después de todo, Obito se mostró bastante accesible.

Se dirigió a su casillero para alistarse y esperar al azabache.

...

Obito estaba listo, había tomado una ducha y vestido con su ropa limpia.
Se puso a ordenar sus cosas dentro del casillero y verificar que esta vez no olvidaba nada.

Por otro lado, también pensaba en cómo iba a hablar con el peliplata. ¿Debería hablar de lo que sentía o simplemente exigirle que lo tocara como en sus fantasías? Si hubiese estado en otra situación, aquellas ideas hubieran sonado descabelladas. Pero la situación ahora era distinta, y el peliplata no tenía más opción que aceptar lo que él pidiera.

Se sentó a esperarlo en un banquillo. ¿Realmente podría satisfacer lo que hace noches atrás venía fantaseando?
¿A caso eso no lo dejaba en la misma posición que Hatake? ¿Era inmoral que un shinobi siquiera pensara de esa manera? ¿y desde cuándo había empezado a ser tan reflexivo?

Demasiadas preguntas para un cabeza hueca como él.

Si bien en el pasado, tenía aquella imagen de Kakashi como el engreído que solo pensaba en si mismo, aquella había empezado a cambiar dentro de su cabeza. Aún se le hacía un tanto insoportable, pero a medida que fue creciendo, aquel peliplata se había vuelto bastante atractivo para su gusto.

No es que estuviera excusándose por lo que pensaba a hacer, pero, las oportunidades solo se dan una vez y hay que tomarlas en el momento.

Puede que de esa manera, pudiera comprobar si le gustaban los chicos o si solo era el peliplata quien lo atraía de esa manera.

—Obito, por fin te encuentro. —Se dio la vuelta para encontrar a Hatake, parado en la puerta con su típica expresión de seriedad.

Lo miró detenidamente, y notó que traía puesto solo su camiseta negra que cubría la mitad de su rostro; aquella que se pegaba a su esbelta figura y marcaba su esculpido cuerpo.

Se removió incomodo cuando empezó a sentir la presión en su entrepierna. "Gracias por hacerlo más difícil Kakashi" pensó.

Este se acercó hacia el Uchiha mientras el otro se ponía de pie al instante.
Ambos se quedaron mirando por un momento, analizando las intenciones que tenía uno del otro.

El peliplata sintió que el estómago se le contrajo y la necesidad de apartarse lo lleno de repente.

Es que Obito siempre le había parecido demasiado atractivo. Su cuerpo era un poco más robusto que el suyo, pero su musculatura era igual de trabajada, además su cara de estúpido a veces le resultaba bastante sensual.

Se aclaró la garganta y sonrió de forma engreída. Prefirió dejar sus intereses personales para otro momento, ahora se concentraría en lo que el azabache tenía para decirle.

—Y bien... ¿Qué es lo que quieres? —preguntó para que el Uchiha empezara a hablar.

Continúa...
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Capítulo corto pal contexto.

𝐔𝐍 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 𑑌 𝗈𝖻𝗂𝗄𝖺𝗄𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora