La verdad era que Saint pudo haberlo dejado tras conseguir el suficiente dinero y buscar otra cosa o incluso regresar a Corea del Norte pero tenía miedo de quedarse de nuevo sin nada, así que había continuado prostituyéndose.Además la mayoría de sus clientes los conocía de otras veces y ya sabía sus gustos y le eran soportables, por lo que con el tiempo, ya no le resultó tan repulsivo el que los alfas usaran su cuerpo a su antojo.
Esa noche en la que el omega regresaba a casa, caminaba muy satisfecho por las ganancias obtenidas en el hotel donde lo había hecho con el último cliente, entonces escuchó el fuerte frenazo de un coche tras él y luego un estremecedor gruñido.
Asustado se giró y con gran horror vio como un enorme alfa salía de un deportivo y corría hacia él.
El omega creyó que de nuevo querían violarlo y robarle al igual que le había pasado al llegar a la ciudad, así que echó a correr todo lo que pudo pero de nada sirvió pues el alfa lo agarró y lo arrastró al callejón que había cerca de allí.
...-¡Joder, hueles tan jodidamente bien omega!-Gruñó este olisqueándole el pelo y el cuello.
-Po-Por favor no me la-lastimes, co-coge todo mi dinero pero no me hagas daño- suplicó el castaño paralizado por el miedo.
-¡No quiero tu jodido dinero, te quiero a ti!-gruñó nuevamente el alfa enloquecido por su aroma y tacto.
-Está bien-accedió finalmente el omega para no resultar dañado-... pe-pero hazlo rápido, no pondré resistencia.
-¿No te resistirás?, ¿Dejarás que te folle sin más?-preguntó entonces confuso el ansioso alfa detendiéndose por un segundo.
Saint asintió muerto de terror pues jamás había visto un alfa tan grande, furioso y con los ojos más oscuros e intimidantes que había visto en su vida.
-No qui-quiero acabar muerto, Además soy prostituto y podrías malograrme y entonces ¿de qué viviría?, así que ha-hazlo ya.
El alfa volvió a gruñir y acto seguido sacó un fajo de billetes y los tiró al suelo, junto con los finos pantalones que le arrancó de un solo tirón, luego lo alzó empotrándolo contra el muro del edificio, mientras su dura polla palpitaba deseosa de introducirse en el arrebatador ser que tenía entre sus brazos.
—¡Joder ya no puedo soportarlo más!,¿Quién demonios eres pequeño?
El enorme bulto del alfa se frotaba contra la entrepierna del hermoso omega, el cual gemía y lloriqueaba por la furia de este.
-¡Tengo que follarte ahora!-Gruñó nuevamente rabioso mientras volvía a dejarlo en el suelo para sacarse su erecto miembro de los pantalones.
Sin casi dar tiempo a que Saint soltase un desolador suspiro, el alfa nuevamente lo alzó y con fuerza se introdujo en su húmeda y dilatada entrada.
Mientras este lo follaba, metiendo su enorme polla una y otra vez en su interior, el omega no perdió de vista sus brillantes ojos negros, los cuales estaban clavados en los suyos como dos puñales.
Varios minutos después, entre gruñidos y jadeos del alfa y quejidos del omega, el pura sangre notó su nudo hincharse y sus colmillos crecer.
-¡Aaaaaawww...duele!, ¡jamás había mordido a un omega durante el sexo pero tú provocas en mi un enorme deseo de hacerlo!- le Gruñó extasiado.
Entonces el omega lo miró con horror y a pesar de estar sumido ante la fuerza y la pasión del momento, empezó a chillar y resistirse.
-¡No!, ¡eso no lo hagas, por favor!, ¡follame cuanto quieras pero no me marques!-suplicó entre lloros!-... ¡Te lo ruego!, ¡Yo vivo de esto y si lo haces ya ningún cliente querrá hacerlo conmigo!
—¡TE-TENGO QUE HA-HACERLO!, ¡QUIETO!—Gruñó usando la voz.
Saint se quedó paralizado y aunque sus lágrimas rodaron por sus mejillas, el ofuscado alfa no pudo controlarse más, por lo que finalmente le sujetó con fuerza y clavó sus enormes colmillos en el blanquecino y delicado cuello de este, mientras derramaba su semilla.
Minutos después, tras recuperar el aliento y sacar su polla, el alfa soltó a Saint y lo dejó caer de rodillas al suelo.
-¿Por qué lo has hecho!, ¿Por qué me has marcado?-gimió el adolorido omega - ... ¿no podías solo follarme y ya?, ¿Como voy a ganarme la vida ahora?...nadie pagará por acostarse con un omega marcado por otro alfa.
El aturdido alfa se apartó y tras reaccionar y ver lo que había hecho en su descontrolada furia, lo miró apenado.
-Lo sie-siento, no pude evitarlo... Suelo tener unos celos bastante fuertes pero contigo ha sido mucho peor... De verdad no pude resistirme-Habló este ya volviendo a su forma normal e intentando calmar al omega-...No te preocupes, te ayudaré, no te dejaré sol...
De repente Saint se levantó sin dejar de llorar.
-¡No necesito nada más de ti!, ¡Ya he tenido suficiente!- gritó furioso mientras cogía su destrozada ropa para echar a andar.
-Espera—Lo detuvo el alfa—…toma esto por si cambias de idea...Búscame aquí omega- este le tendió una tarjeta de visita.
Saint bufó molesto sin dejar de mirar al suelo pues no quería verle la cara al inconsciente y asqueroso alfa que le había desgraciado por completo la vida y tras coger el dinero, salió corriendo de allí con las fuerzas que le quedaron, mientras numerosas lágrimas caían resbalando por sus aún sonrojadas mejillas.
El moreno alfa quiso ir tras él, por lo que salió de entre las sombras de aquel mugriento callejón pero ya no lo vio, tan solo quedaba un leve rastro de olor a tristeza y desolación.
Finalmente, este suspiró resignado y regresó a su coche, donde tras golpear el volante un para de veces, reanudó la marcha hacia su casa, a la cual se dirigía en un principio, justo antes de oler al omega y sentir su celo invadirle por sorpresa.
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8. «Luces y sombras» - Zaintsee -Omegaverse -Terminada
ФанфикAdvertencia: Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...